Las bajas temperaturas llenan los albergues de transeúntes

La Hospitalidad, Cáritas y Cruz Roja intensifican sus salidas por las noches, para atender a personas sin hogar ante la ola de frío intenso

La Verdad, ANTONIO LÓPEZ, 08-02-2018

Cuando tenía 18 años recién cumplidos, Andrómeda Lilian De Celis cruzó el charco desde su ciudad natal, Santo Domingo (República Dominicana), para buscar una nueva vida en España. Pero tras diez años de trabajos precarios en Mallorca y Cartagena como camarera, hace un mes se vio en la calle sin un techo que le cobijara, sin trabajo y sin ahorros. El frío y el hambre la llevaron a la Hospitalidad de Santa Teresa, donde ahora vive de la caridad de esta ONG, que al igual que el resto registra estos días llenos en sus comedores sociales y casas de acogida, debido a las bajas temperaturas.

Esta organización solidaria, que atiende a inmigrantes, sin hogar y transeúntes con características comunes, da de comer al día a una media de 40 personas y cobijo a un numero similar en su casa de acogida, provista de 69 plazas. La mayoría de ellos son «chicos jóvenes inmigrantes, de entre 18 y 22 años, llegados en la última avalancha de pateras», explicó ayer el presidente de la institución, Vicente Villar.

Solo en el mes de enero, en esta institución tuvieron 424 estancias de transeúntes, mientras que en diciembre de 2017, 343 y en noviembre del mismo año, 169. Entre ellos está Cristian Chaloutek, un austríaco de 52 años, que llegó a esta organización en septiembre. «No tengo a ningún familiar en este país. Estoy solo y sin trabajo. Aquí me dan alimento y una habitación», contó.

Una situación similar vive Elena Olza, una mujer de 54 años, que hace 20 días se quedó en la calle, porque no podía seguir pagando el alquiler de su piso. Después de años trabajando de vigilante de seguridad y de camarera, ahora sobrevive de lo que le da la Hospitalidad. «Me tratan súper bien. Aquí somos como una gran familia, porque nos ayudamos en todo lo que podemos», indicó.

Donde sí están al completo es en el centro de acogida para transeúntes y gente sin hogar Sagrada Familia, que Cáritas tiene en la calle Miguel de Unamuno. Desde septiembre acoge a personas que acceden por iniciativa propia y por la derivación de la organización en su trabajo de calle, de la administración pública, otras entidades sociales y de los cuerpos policiales. Desde diciembre están al completo. Atienden a diez residentes y a otros trece en emergencia, que son aquellos que precisan, además, de orientación para salir adelante en sus vidas.

Muy cerca de esta casa está el comedor social de Cáritas, en la calle Juan Fernández. Según un portavoz de esta organización caritativa de Cartagena, Juan Isidro Ros, a diario atienden a una 70 personas, un número que ha aumentado levemente en los últimos días.

El perfil de los que acuden a pedir ayuda a esta ONG son personas de entre 50 y 60 años, que están solos y que apenas tienen recursos con los que subsistir. El 80% de ellos son españoles y el resto, de varias nacionalidades.

Quienes también ayudan a los transeúntes son los voluntarios de Cruz Roja, en unión desde el pasado mes de septiembre con las anteriores ONG. Las tres se reparten los días de la semana para salir a la calle a atender a aquellos que lo necesitan. El frío invernal de esta semana ha obligado a reforzar las rondas. A través de un dispositivo móvil les ofrecen bebida y alimentos calientes, así como mantas y ropa de abrigo, según un portavoz de Cruz Roja en Cartagena, Francisco Martínez. Cada noche atienden a una media de 25 personas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)