El escritor colombiano Antonio Ungar explora en su última novela, «Mírame» (Anagrama), «la crisis actual de esta Europa que no sabe qué hacer con los inmigrantes» a través de los ojos de un protagonista xenófobo, que está obsesionado con espiar a unos míseros vecinos que se instalan en su barrio. El libro cuenta en formato de diario íntimo la cotidianeidad de un personaje obsesivo, que apenas sale de casa y que espía por la ventana y a través de unas cámaras ocultas a una familia extranjera que vive a su lado, de los que sospecha que trafican con drogas y que maltratan a su hija menor, de la cual se enamora.

Después del éxito de su anterior novela, «Tres ataúdes blancos», en la que reflexionaba sobre la realidad política de Latinoamérica y con la que ganó el Premio Herralde de Novela de 2010, Ungar vuelve ahora más de siete años después con «Mírame», esta vez para adentrarse críticamente en la sociedad europea.

Ungar asegura que en la novela existen «dos niveles de lectura: uno que habla sobre la locura y el aislamiento del protagonista y otro que se refiere a la situación de la inmigración y el pánico que siente el protagonista hacia el extranjero». El autor señala que, si bien «la migración es un tema central» en su obra, no quería que fuera «un tema evidente» ni que el protagonista hablara mucho de ello, pues su objetivo era «que los lectores europeos no pensaran que el protagonista es simplemente un loco, sino que vean que bien podría ser uno de ellos». «El protagonista no hace distinciones entre inmigrantes, para él todos son oscuros. Está obsesionado con que los extranjeros algún día harán algo, aunque no se da ningún detalle de por qué los odia, sino que es una respuesta irracional. Quería que fuera un odio lo más cotidiano posible», destaca el autor.

Ungar afirma que decidió que su protagonista tuviese la mirada de un europeo xenófobo para «tomar partido por el inmigrante es menos productivo que hacerlo desde el punto de vista del agresor». «La realidad es claramente ya muy injusta hacia el inmigrante. En cambio yo busco que el lector, al enfrentarse con las ideas del protagonista, piense que ahí hay algo que no funciona, que se vean expuestos a la manera de pensar de la derecha europea», asegura el escritor.

Ungar, nacido en Bogotá en 1974, ha vivido durante muchos años en Europa y Oriente Medio, y ha situado la acción de «Mírame» en una ficticia París, aunque nunca se menciona su nombre, y que, si bien nunca ha vivido en la capital francesa, París le parecía «la ciudad de más soledad y más europea en ese sentido». «Hay muchos viejos europeos o parisinos que están igual de solos y piensan igual que el protagonista, con la diferencia que él está loco y por eso se obsesiona más y entra en una paranoia absurda», concluye Ungar.