La prisión de Archidona entrará en funcionamiento a finales de febrero

El Ministerio del Interior arregla en la actualidad los desperfectos generados tras el internamiento de 570 inmigrantes

Diario Sur, FERNANDO TORRES, 23-01-2018

El episodio de la cárcel de Archidona convertido en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) concluyó hace menos de dos semanas. Cediendo ante la presión política y social, el Ministerio del Interior decidió ubicar a los 40 internos que todavía no habían sido expulsados a Argelia a otros CIE de España, dejando la prisión vacía tras dos meses de polémica. Ahora, según aseguró ayer la alcaldesa del municipio a este diario, la prisión abrirá como tal (a cargo de Instituciones Penitenciarias) a finales de febrero o principios de marzo, una vez concluyan los trabajos de reparación.

Desde que comenzó este episodio, muchas voces – entre ellas las de la propia regidora – manifestaron su temor a que la prisión se convirtiese en un CIE de forma definitiva. Esta posibilidad preocupaba sobre todo a los funcionarios de prisiones, ya que muchos de ellos han solicitado el concurso de traslado a la nueva prisión (y muchos ya se han aceptado y han sido cesados en sus destinos previos).

Sin embargo, parece que el Ministerio cumplirá su palabra, ya que desde el principio sostuvo a través de diferentes comunicados y declaraciones que la cárcel sería una cárcel en la fecha prevista, es decir, a principios de 2018. De momento no se conocen los detalles de las reparaciones que se están efectuando ni de la cuantía de la intervención. Este periódico pudo confirmar que, tras diferentes revueltas, las instalaciones quedaron seriamente afectadas: se rompieron cristales de seguridad, instalaciones deportivas y zonas comunes; los internos lanzaron por la ventana material de las celdas, abrieron extintores y provocaron numerosos daños en otros puntos de las instalaciones.

Por parte de Acaip, sindicato mayoritario de funcionarios de prisiones en España, el presidente de la entidad, José Luis Pascual, afirmó que los trabajadores están «ansiosos y expectantes» por la apertura.

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