El Gobierno de Pakistán extendió un mes la estancia legal de los refugiados afganos en el país, que expiró el 31 de diciembre, en un momento en que el proceso de repatriación a Afganistán se ha ralentizado.

“El gabinete ha decidido otorgar solo 30 días de extensión (para los refugiados con documentos legales) y decidido discutir su pronta repatriación con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) con la comunidad internacional”, indicó en un comunicado la oficina del primer ministro paquistaní, Shahid Khaqan Abbasi.

Destacó los perjuicios a la economía paquistaní por acoger a los afganos durante largo tiempo, algo que, “dadas las actuales circunstancias, no puede continuar”.

Pakistán ha acogido hasta hace dos años a 1,4 millones de refugiados afganos registrados y a unos 900.000 sin documentos en regla, que comenzaron a llegar tras el inicio del conflicto entre Afganistán y la Unión Soviética en 1979.

El Gobierno decidió en 2015 dar un ultimátum para que los afganos abandonaran Pakistán antes de diciembre de 2016, una fecha que inicialmente prorrogó hasta marzo de 2017 y después hasta finales de ese año.

En 2016, el proceso de repatriación se aceleró con el regreso de unos 370.000 refugiados registrados a su país de origen tras el ultimátum, el aumento de las ayudas económicas, la detención de afganos indocumentados y el reforzamiento de los pasos fronterizos entre Pakistán y Afganistán, según datos de ACNUR.

Otros 250.000 refugiados sin registrar se fueron del país.

Sin embargo, el año pasado se ralentizó el proceso de repatriación con en torno a 50.000 afganos registrados que volvieron, de acuerdo con ACNUR, que prevé que en 2018 la cifra sea similar.

En 2002, ACNUR puso en marcha un programa de repatriación voluntaria de refugiados afganos registrados en Pakistán y les proporciona ayudas para su regreso.