Los recursos del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (Sive) en Lanzarote se encuentran bajo mínimos después de que a lo largo del mes de diciembre se hayan producido diversas incidencias en sus equipos que no han sido resueltas.

Fuentes de este servicio indican que, de las cuatro cámaras con que cuenta actualmente el Sive, sólo una está operativa. El resto, de momento, está inutilizado y desconocen cuando podrán ser reparadas «si finalmente se reparan», puesto que, según estas fuentes, de momento nadie ha dado una respuesta a este asunto a pesar de los días que llevan sin estar en funcionamiento.

Del actual despliegue del servicio de vigilancia en Lanzarote, ahora mismo sólo está operativa la cámara ubicada Costa Teguise. El resto, según los agentes de la unidad, está «inservible».

En este sentido, apuntan que el dispositivo que está situado en Puerto del Carmen presenta diferentes fallos. Entre éstos, se indica que en la pantalla de la cámara infrarroja no puede visualizarse ninguna imagen, mientras que la cámara diurna «no enfoca, por lo que no puede distinguirse ningún objetivo y resulta, a todas luces, inútil». Además, el Sive dispone de una estación sensora en Montaña el Bardo (Haría), que tampoco está funcionando, en este caso por un fallo del sistema que impide su movilidad (giroscopio), igual que la cámara que también está ubicada en esta estación.

Existe otra estación sensora en Montaña Mina que también ha dejado de emitir, por lo que, reiteran, ahora mismo la detección de pateras frente a las costas de Lanzarote sólo es posible con la cámara situada en Costa Teguise, que es calificada de «absolutamente insuficiente». Subrayan que no es una casualidad que en las últimas semanas se hayan colado pateras por la costa norte, e incluso, indican, una llegó a Agaete la pasada semana utilizando esta ruta.
La Guardia Civil, en mínimos

Tampoco en materia de personal está mejor el Sive de Lanzarote, servicio que está a cargo de la Guardia Civil. La plantilla de esta unidad está compuesta por veinte personas un sargento, dos cabos y 17 guardias, aunque actualmente existen cuatro vacantes, todas de guardias. De éstos, dos agentes están de baja por enfermedad de larga duración mientras que otro está de baja por un accidente durante el servicio. Un tercero cuenta con reducción de jornada de lunes a viernes y de ocho a tres de la tarde.

A la presión por la falta de personal se une la ausencia de cámaras. Los agentes han denunciado que sus superiores han «propuesto» que se destinen patrullas a hacer guardias durante las noches, de forma que no quede el litoral de la isla sin vigilancia.