Erdogan se convierte en el primer ministro turco en viajar a Grecia en 65 años

La Vanguardia, Agencias ,, 07-12-2017

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan ha viajado hoy a Atenas en la que es la primera visita de un jefe de Estado turco al país vecino en 65 años. El último presidente turco en viajar a Grecia fue Celal Bayar en 1952, aunque el propio Erdogan estuvo de visita en la capital griega en 2010, entonces en su calidad de primer ministro.

Aprovechando su estancia en Atenas, el presidente turco ha pedido una “actualización” del Tratado de Lausana que en 1923 definió las fronteras de la Turquía moderna y afirmó que Grecia no cumple algunas de las obligaciones recogidas en él.

Erdogan evitó hablar de una redefinición de fronteras en el mar Egeo, pero sí defendió poder denominar como “turca” a la minoría musulmana en Grecia

Durante una reunión con el presidente griego, Prokopis Pavlópulos, Erdogan afirmó además que si no ha habido solución viable sobre la división de Chipre es porque la parte grecochipriota rechazó en referéndum el acuerdo alcanzado con el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, en 2004.

Erdogan evitó hablar de una redefinición de fronteras marítimas en el mar Egeo, como ha hecho en otras ocasiones, pero sí defendió su posición de poder denominar como “turca” a la minoría musulmana de origen turco que vive en la región griega de Tracia Occidental, algo que Grecia rechaza categóricamente.

El presidente turco afirmó que mientras el Tratado de Lausana habla de una minoría musulmana en Grecia, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos le ha reconocido a esta minoría su derecho a llamarse turca. Además reclamó que la minoría musulmana en esa región pueda elegir a su mufti, tal y como, según él, lo establece el Tratado de Lausana, y no sea el Estado griego el que lo designe.

En sus palabras de bienvenida, Pavlópulos había dejado claro que para Grecia el tratado de Lausana no es negociable, “ni necesita cambios o revisión”. ”Tampoco deja espacio para zonas grises y reconoce en Grecia una minoría religiosa musulmana cuyos derechos son respetados completamente”, recalcó.

Pavlópulos insistió también en que Grecia sigue apoyando el ingreso de Turquía en la Unión Europea (UE), pero añadió que para ello debe haber un “pleno respeto del derecho internacional y del acervo comunitario”.

También emplazó a Turquía a respetar la soberanía de la República de Chipre como Estado miembro de la UE, y a buscar una solución justa y viable al problema de la división de esta isla, ocupada en su parte septentrional por tropas turcas. El presidente griego abordó igualmente el espinoso asunto del acuerdo entre la UE y Turquía sobre la devolución de refugiados y pidió que sea “aplicado al pie de la letra”.

En líneas generales el Gobierno griego está satisfecho con el cumplimiento por parte de Turquía de este acuerdo, que ha frenado sustancialmente las entradas de migrantes en Grecia, pero en los últimos meses ha manifestado su “preocupación” por el aumento de las llegadas.

Pese a evidenciar las grandes diferencias que separan a los dos vecinos, ambos presidentes ensalzaron el carácter “histórico” de esta visita, la primera que realiza un jefe de Estado truco a Grecia en 65 años, y que ambos vieron como oportunidad para mejorar las difíciles relaciones bilaterales.

Tras entrevistarse con Pavlópulos, Erdogan mantendrá una reunión con el primer ministro, Alexis Tsipras, quien esta mañana le acompañó a depositar una corona de flores ante el monumento al Soldado Desconocido, en la plaza de Syntagma, ante las puertas del Parlamento heleno.

Tsipras declaró ayer a la agencia semioficial turca Anadolu que su posición siempre ha sido muy clara, y que Grecia no dará la bienvenida a golpistas. “Creo que la primera visita de un presidente turco tras tantas décadas será una buena oportunidad para dar pasos valientes hacia el futuro”, dijo Tsipras a ese medio. “Turquía mostró su lealtad al acuerdo de la UE, cumpliendo sus promesas y reduciendo el flujo de migrantes en el Egeo”, añadió el mandatario griego.

La visita de Erdogan está rodeada de un dispositivo de seguridad sin precedentes, incluso superior al que se despliega en las que efectúan presidentes estadounidenses. Casi 3.000 policías griegos han bloqueado todo el centro de la ciudad y se han prohibido todo tipo de manifestaciones. La Plaza de Syntagma, el corazón de la capital griega, quedó completamente cerrada al público durante el acto de Erdogan ante el citado monumento.

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