La comunidad hondureña de Gipuzkoa se ha concentrado este miércoles en San Sebastián para denunciar la crisis que atraviesa el país centroamericano tras las elecciones presidenciales celebradas el domingo 26 de noviembre. Unos comicios sobre los que hay sospechas de fraude, lo que ha dado lugar a un clima de violencia en las calles que ha desembocado en un toque de queda y represión.

Un centenar de personas se han congregado en la plaza Easo de la capital donostiarra portando banderas de Honduras y carteles en los que se reclama «transparencia» y defensa de la Constitución.

Las manifestaciones violentas en Honduras comenzaron el miércoles de la semana pasada después de que el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, denunciara que en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) estaba haciendo un «fraude» en el recuento de los votos para favorecer la reelección del presidente, Juan Orlando Hernández.

Las sospechas se iniciaron por el retraso de la autoridad electoral en dar a conocer los resultados, que no se han hecho públicos hasta este lunes, 4 de diciembre, más de una semana después de celebrarse la elección.

El último registro en la página web del TSE da como vencedor a Hernández, con el 42,98% de los votos frente al 41,38% de Nasralla, con el 100% de las mesas contabilizadas. A pesar de ello, el actual presidente no ha sido declarado aún nuevamente electo tras una nueva petición de Nasralla, hecha el martes, de que se revisen las 18.128 actas electorales, los cuadernillos y que se cuente «voto por voto».