Entrevista

“El ciudadano debe exigir más inversión en ciencia”

Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación

La Vanguardia, Celeste López, 06-12-2017

Con 44 años, este ingeniero hidráulico, nacido en la vecina Portugal, se puso al frente de la cartera de Investigación, Ciencia e Innovación convencido de que era el departamento del futuro, clave para hacer una Europa más sostenible, eficiente y humana. De eso han pasado algo más de tres años y sigue creyendo lo mismo, e incluso, con más argumentos que antes: “la ciencia es crucial para el crecimiento de Europa, sin ella nos haremos cada vez más pequeños”, asegura. La clave está, indica, en que los ciudadanos así lo entiendan, que vean que sin investigación, sin innovación, el futuro es muy incierto. “Si la gente lo ve así, exigirá a sus gobiernos una mayor inversión. Mi gran reto es que esa comprensión sea una realidad”.

¿Por qué los ciudadanos no entienden la importancia de la ciencia?

Porque no lo hemos explicado bien. En ocasiones nos hemos centrado en hablar de una manera abstracta, dificultando que los ciudadanos comprendan qué busca o para qué. Si les decimos que queremos invertir mil millones de euros en hacer un mapa del cerebro, eso no les dice nada. Pero si les explicamos que ahí puede estar la clave para curar el Alzheimer se involucran.

¿Cómo hacerlo?

Es un esfuerzo de todos los científicos, de los investigadores y mío propio, por supuesto. En este sentido, hemos puesto en marcha lo que llamamos “misiones” para conseguir que se entienda la importancia de la ciencia, de la investigación, de la innovación, sobre la necesidad de invertir, sus beneficios, las posibilidades que abre para mejorar la vida, de reducir las crisis, incluso la migratoria.

Hablar de Europa y de la crisis de refugiados en este momento parece osado.

Sí, hay muchas críticas … Pero creo que debemos estar orgullosos de que los europeos seamos los que más aportamos para las migraciones, los que más donamos en ayuda humanitaria, más del 60% del total. En estos años, Alemania ha recibido un millón de inmigrantes, mientras que Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia sólo 40.000. Europa hace mucho y bien.

El área que usted dirige cuenta con un ambicioso programa, el Horizonte 2020, que invertirá 30.000 millones de euros en los próximos 4 años. Pero para proyectos para reducir las migraciones apenas dedica 200 millones.

Pero no es así. Horizonte 2020 es el mayor programa marco de investigación e innovación de la historia de la UE, con un presupuesto de 77.000 millones de euros en siete años (2014 – 2020). Es verdad que si se ve por capítulos se puede pensar que dedica más de un 35% a luchar contra el cambio climático y poco a migraciones. Pero es que cuando trabajamos para reducir las emisiones de carbono también trabajamos para paliar las migraciones porque, en parte, ahí está la raíz del problema. Si mejoramos la gestión del agua, si hacemos frente a la desertificación de los países del Mediterráneo, si mejoramos los procesos agrícolas y la producción de alimentos reducimos las crisis migratorias.

Ese es uno de los objetivos del programa Prima, con sede en Barcelona y que acaba de ponerse en marcha.

Sí, esta iniciativa es fundamental, entre otras cuestiones porque involucra a 19 países, 8 de ellos no europeos, en la búsqueda de soluciones eficaces, fáciles de implantar y baratas para una gestión más sostenible de los sistemas hídricos y agroalimentarios de la región.

Soluciones baratas…

Para mí Prima es el gran proyecto que debe centrarse en las personas, en dar soluciones a las 180 millones de personas que tienen problemas de acceso al agua. No lo veo como un programa para que los investigadores publiquen en las revistas científicas de prestigio sino para ofrecer soluciones y éstas deben ser fáciles de implantar y baratas. Además, creo que con este proyecto tenemos la oportunidad de tender puentes para reducir la conflictividad en la región.

¿Los científicos ejerciendo como mediadores?

Hablo de diplomacia científica. Porque trabajarán mano a mano investigadores de todas las universidades, institutos públicos y universidades y eso permite construir puentes. Prima conectará, por ejemplo, a Israel con otros países del Mediterráneo pese a que están en guerra o tiene problemas políticos. Prima será un modelo de unión para solucionar problemas de la gente. Todos de igual a igual. Tengo mucha esperanzas en esta labor de diplomacia científica y espero que más países se sumen a este proyecto aunque no estén en el Mediterráneo.

Usted ve la ciencia como instrumento para reducir los conflictos políticos, humanitarios y económicos. Pero no es una imagen muy extendida a tenor de lo que algunos países, como España, destinan a investigación.

Europa ha pasado un momento difícil, desde el 2008, que es importante solucionar…Pero llama la atención que los países que no dejaron de invertir en ciencia pasaron mejor la crisis. Es una correlación interesante.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)