Una activista española incómoda en Marruecos

Helena Maleno, cooperante pro derechos humanos, se enfrenta a una acusación de tráfico de personas

La Vanguardia, Adolfo S. Ruiz, 06-12-2017

El juez marroquí que había convocado ayer a la conocida activista pro derechos humanos española Helena Maleno, implicada en una investigación de carácter penal, accedió a la petición de su abogado de tener más tiempo para preparar la defensa. Maleno deberá comparecer finalmente el próximo 27 de diciembre. “Tiempo para preparar la defensa e interiorizar la inmensa ola de solidaridad que me está llegando”, aseguraba ayer la activista en su cuenta de Twitter.

La periodista y experta en migraciones, nacida en El Ejido (Almería), se había quejado de “indefensión”, porque a menos de 24 horas de la vista “no sabemos qué acciones ha llevado a cabo la policía española ni la investigación que ha llevado a cabo Marruecos”. Hace cinco años que se inició en España el procedimiento penal contra Maleno por trata de personas y conexiones con las redes de inmigración ilegal.

Informes policiales españoles enviados a Marruecos acusan a Helena Maleno de implicación con las redes que organizan la inmigración ilegal y sostienen que sus llamadas a Salvamento Marítimo, avisando de la presencia de pateras en el mar, “tienen como objetivo asegurar la entrada de éstos en territorio español”. Los servicios de seguridad marroquíes llevan años rastreando las llamadas de la activista en un intento de encontrar sus supuestos vínculos con las mafias, sin que hasta el momento hayan descubierto prueba alguna.

Maleno lleva quince años viviendo en Tánger, donde desarrolla una labor de asistencia a personas migrantes en su tránsito hacia Europa. También se ha ganado fama, y ha suscitado intensos odios, por sus reiteradas acusaciones a las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes que actúan en las fronteras. Especialmente recordadas son sus acusaciones a la Guardia Civil por su actuación en la tragedia de El Tarajal, en febrero del 2014, donde quince personas murieron cuando intentaban llegar a nado a las playas de Ceuta.

Al frente de la oenegé Caminando Fronteras ha contribuido durante años al rescate de miles de personas en el Estrecho, a la identificación de fallecidos y desaparecidos y al acompañamiento en el duelo a los familiares. Por su labor se ha ganado el respeto y el reconocimiento de organizaciones nacionales e internacionales, con muchas de las cuales ha colaborado como experta en migraciones. Ha sido galardonada por la Unión Progresista de Fiscales en el año 2014 y por el Consejo General de la Abogacía Española un año después.

Decenas de personas públicas y privadas, así como organismos, organizaciones y oenegés han manifestado su respeto y apoyo a Helena Maleno. Las organizaciones Women’s Link y Caminando Fronteras han enviado un escrito al Relator de Naciones Unidas para la Defensa de los Derechos Humanos en el que aseguran que “esta actuación policial tiene una clara intención intimidatoria que persigue provocar un efecto disuasorio en Helena Maleno para que abandone su práctica activista de denuncia de las vulneraciones de los derechos humanos en territorios de frontera”.

Las acusaciones a oenegés de colaborar de algún modo con las redes de inmigración ilegal han sido especialmente graves en Italia, donde el Gobierno pactó este verano un código de conducta con algunas organizaciones humanitarias, por el que aceptaban la presencia de policías armados en sus naves. Médicos sin Fronteras, sin embargo, se negó a firmar el acuerdo.

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