Milenio

Día de fiesta por aquí

Diario de Noticias, Javier Armentia, 04-12-2017

Iba a felicitar por el día de Navarra a la amable concurrencia;claro que siendo hoy festivo fue ayer domingo cuando correspondía la onomástica del santo conmemorado. Y esta disparidad, lógica por aquello de no perder fiestas en un calendario laboral poco dado a las alegrías, da que pensar. A mí, de ateísmo claro, conciso y público, me resultan como tal prescindibles santos patrones, santas matronas y demás adscripciones heredadas de la tradición religiosa para fijar nuestras fiestas. De hecho, me encantaría ir desligándonos de ellas, de la misma manera que todas y todos entendemos que hemos de marcar diferencia con tanta herencia del patriarcado, del machismo, de la violencia contra personas, mujeres y extraños sobre todo, contra animales y hasta contra el medio ambiente, porque aunque fueran tradición desde tiempos inmemoriales lo nuestro (lo más humano, quiero decir) es cambiar, abandonar cavernas y dejar la consustancial intolerancia para buscar consensos e inclusión.

No me molesta perder con ello parte de lo que se ha vendido como consustancial a esta tierra pionera y foral, quizá porque en el fondo no era tan necesario, porque al fin y al cabo lo cierto es que partíamos de una situación en la que siempre ganábamos los mismos, siempre éramos los mejores. Y hasta pediré perdón las veces que sea necesario por pertenecer al privilegiado grupo que ha detentado el poder y la gloria frente a quienes fueron, por ser minorías y diferentes, subyugadas y violentadas. En fiestas como hoy, en las que celebramos una libranza laboral al hilo de sentirnos comunidad que vive en esta tierra fértil y prodigiosa, deberíamos recordarnos que esto sobre todo debería implicar un compromiso personal y colectivo con que nunca más se repita nuestra historia llena de odio y maltrato a tanta gente. O al menos pedir un poco de perdón por lo nuestro.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)