Rajoy exporta un modelo de inmigración que «funciona bien»

El presidente del Gobierno y Mohamed VI acordaron subrayar la «excelente» cooperación bilateral

ABC, Mariano Calleja , 04-12-2017

Basta con salir de España para comprobar que la imagen y la valoración de nuestro país es mucho mejor fuera que dentro. En los últimos años, en las cumbres internacionales se han puesto como ejemplo de éxito las reformas estructurales que se llevaron a cabo en los momentos más duros de la crisis, pero también se ha escuchado siempre con respeto y atención a España cuando ha hablado de cuestiones como la lucha contra el terrorismo, la defensa de los derechos y la política de inmigración, entre otros asuntos. En la cumbre de la Unión Europea-Unión Africana que se ha celebrado esta semana en Costa de Marfil, se invitó al presidente Rajoy a ser el ponente principal de la sesión dedicada a la Migración, junto al Rey de Marruecos, Mohamed VI. Uno habló en nombre de Europa, y otro de África.

«El modelo español de inmigración ha funcionado bien», aseguró Rajoy en Abiyán. Buena prueba de ello, dijo, es que es el modelo que ya asume la Unión Europea. El presidente resumió el «éxito» de esta política con un dato: la llegada de inmigrantes a Canarias ha pasado «de cuarenta mil personas al año a menos de un centenar». Un hecho que atribuye, en buena parte, a la buena colaboración con Marruecos.

El Gobierno cree que el «repunte» que se está produciendo en el Mediterráneo occidental, con centenares de personas que intentan llegar a las costas españolas desde Argelia, es consecuencia del mayor control que se está ejerciendo en el este, sobre todo en Libia. Fuentes de La Moncloa señalaron que está habiendo contactos diplomáticos con las autoridades argelinas para incrementar la colaboración y frenar las salidas irregulares desde su país. En todo caso, Rajoy cree que «estamos en cifras perfectamente asumibles».

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Uno de los ejes de ese modelo de «éxito» que defiende el presidente es, precisamente, la cooperación con los países de origen y de tránsito. Como ponentes principales, Rajoy y Mohamed VI tenían el máximo interés en demostrar que esa colaboración y cooperación funciona como un reloj en el caso de España y Marruecos. Fuentes de La Moncloa confirmaron que ambas delegaciones acordaron destacarlo en sus declaraciones. Les interesaba a ambos, aunque Rabat tenía, además, un motivo más oculto.

La de Costa de Marfil fue la primera cumbre internacional en la que coincidieron, y sentados en la misma sala, el Rey de Marruecos y el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática. Que España subrayara la «excelente» cooperación con el país vecino del sur tenía un interés extra para ellos, aunque Rajoy se refiriera en concreto a la inmigración y a la lucha contra la delincuencia organizada.

También Senegal

Esa «buena» relación de España con Marruecos se extiende, según el Gobierno, a otros países de la región, como Mauritania, Argelia o Senegal. Rajoy se reunió el miércoles con el presidente de este último país, Macky Sall, quien reconoció también que la colaboración está dando buenos resultados.

El modelo de inmigración que exporta España parte del principio de «confianza y responsabilidad compartida». «El diálogo político y la cooperación con los países de origen y de tránsito son esenciales», explicó Rajoy ante los líderes europeos y africanos y los observadores de otros países y organismos internacionales. La prioridad, dijo, es «salvar vidas humanas». A partir de ahí, el modelo pasa por el crecimiento y las inversiones en África, con «creación de oportunidades en los países de origen». Para pasar de las palabras a los hechos, la UE presentó un plan de 44.000 millones de euros en inversiones.

Otro pilar fundamental del modelo es la cooperación para erradicar el negocio de las mafias. Junto a ello, se propone desarrollar cauces «legales» de migración, que beneficien tanto a los países de origen como a los de destino, y reduzcan los alicientes para recurrir a las mafias. La repatriación también es clave: «El retorno debe ser seguro, rápido y humanitario». Para Rajoy, también es fundamental «promover la integración en las sociedad de destino», algo de lo que presumió por la experiencia en España.

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