España ha recibido a dos de cada diez refugiados que se comprometió a acoger

Según la Comisión Europea, el trato con Turquía ha reducido el flujo de llegadas un 96 por ciento

ABC, Laura L. Caro, 04-12-2017

España figura irremediablemente anclada en la parte baja de la tabla de acogida de refugiados que la Comisión Europea ha hecho pública esta semana, dos meses después de que caducaran los programas suscritos en 2015, pero también de que el comisario de Interior e Inmigración, Dimitros Avrampoulos, recordara que las obligaciones jurídicas de los Estados continuaban y debían seguir recibiendo asilados.

En el caso de nuestro país ha sido así y el pasado 16 de noviembre llegaba un último grupo procedente de Líbano con 214 hombres y mujeres, 122 de ellos menores. Pero ni ese esfuerzo ayuda a remontar puestos en las listas de cumplimiento de compromisos con los refugiados, en la que España ocupa el lugar número 21 de 31 países en el caso de los reasentamientos acogimiento de personas que huyeron de conflictos y están en Turquía, Jordania o Líbano y el 16 en el caso de las reubicaciones desde Grecia e Italia, con el agravante de que en este programa solo tenían obligaciones 24 Estados. Tres más, Noruega, Suecia y Liechtenstein, externos a la UE, han participado voluntariamente, asumiendo entre los tres 1.940 expedientes.

Pocos son los que han alcanzado los retos que les correspondían y varios los que se han negado hasta el final a mostrar solidaridad alguna Hungría y Polonia o lo han hecho a un nivel ínfimo Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia o Eslovaquia, lo que, de paso, ha puesto en entredicho la capacidad de las propias instituciones europeas para hacer respetar los acuerdos.

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Desde Grecia e Italia

No está de más refrescar la memoria y consignar que entre 2015 y 2016 llegaron a Grecia e Italia 1,4 millones de refugiados, de los que la UE previó acoger a 160.000, cifra muchas veces revisada a la baja y que ha desembocado en el traslado efectivo a otros países para su acogida de 31.503 personas. Entre medias, la Unión logró que Turquía se hiciera cargo de frenar la oleada humana que huía de Siria e Irak, lo que señala este mes la Comisión Europea redujo el flujo un 96%. A ello hay que sumar que la mayoría de los que recalan en las costas italianas jugándose la vida en el Mediterráneo no cumplen los criterios de «eligibilidad», esto es, no son reubicables.

Conclusión: España debía haber recibido 9.323 hombres y mujeres dentro de este plan, lleva 1.301 (un 44%), pero hoy no alcanzaría su objetivo ni siquiera aceptando a todos los refugiados que están a la espera en Italia y Grecia porque la UE dice que ya casi no hay. A mediados de este mes cifró en 758 los que están pendientes en el país alpino y en 3.110 los que aguardan en territorio heleno. Total, 3.868.

Gracias al cordón turco, Europa se ha sacudido una responsabilidad que atenazó tanto a sus autoridades que, por primera vez en la historia de la Unión, intentaron con estos programas de reparto abordar de forma conjunta el problema migratorio.

Pero si España no sale bien parada en la comparativa de las reubicaciones, tampoco en la de los reasentamientos. Doce países, Bélgica, Estonia, Finlandia, Alemania, Islandia, Irlanda, Liechtenstein, Malta, Países Bajos, Suecia, Suiza y Reino Unido han recibido al 100% de los refugiados que prometieron.

Tres, Austria y Noruega y Francia, han llegado a más del 95%. España se ha quedado en el 44%, 631 hombres y mujeres de los 1.449 que previó. Por debajo figuran únicamente Portugal (40%), Rumanía (33%), la República Checa (13%) y los siete ya mencionados que se han negado a contribuir, amén de Grecia, que ha tenido que centrarse en pilotar su propia situación.

Aparte, quince estados han participado en el llamado «mecanismo 1:1» reasentar en la UE un sirio por cada inmigrante devuelto a Turquía, bajo el que se ha albergado a 11.354 refugiados, 410 de ellos en España, lo que representa un 3,6 del total.

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