Tensión

Disuelta una protesta frente al congreso en el que la extrema derecha alemana elige a sus líderes

El encuentro en Hanover de Alternativa para Alemania, que se ha convertido en la tercera fuerza del país, ha provocado manifestaciones de repulsa contra el racismo y el fascismo

La Vanguardia, , 03-12-2017

La policía antidisturbios alemana disparó el sábado cañones de agua contra los manifestantes que bloqueaban una carretera fuera de un congreso de Alternativa para Alemania (AfD), mientras los miembros del partido de extrema derecha se reunían para escoger nuevos líderes.

Activistas contrarios a la formación se agruparon con carteles que decían “Hanover contra los nazis” y “Levántante contra el racismo”, subrayando el impacto divisorio que ha tenido el partido desde que entró en la cámara baja o Bundestag por primera vez en las elecciones del 24 de septiembre.

Los miembros votarán a dos altos cargos que decidirán si la AfD acentúa su discurso contra el islam o suaviza su retórica para ampliar su base de apoyo antes de dos elecciones regionales que se celebrarán este año.

Mientras discurría el congreso, el líder de la AfD, Jörg Meuthen, una fuerza moderadora que se espera que sea reelegido, alabó al partido, a menudo asolado por luchas internas, por mostrar unidad después de que dos altos cargos dimitieran en septiembre en protesta por lo que percibían como una vena populista imparable.

“Hay gente en este país que no sólo dice ‘Podemos hacerlo’ sino que realmente consiguen hacer algo”, dijo Meuthen a los delegados, dando un nuevo giro al mensaje de la canciller Angela Merkel “Wir schaffen das” (Podemos hacerlo) a quienes dudaban de que Alemania pueda lidiar con un flujo récord de inmigrantes en 2015.

Merkel, cuyos conservadores perdieron apoyos en las elecciones a favor de la AfD, puso su mirada en los socialdemócratas del SPD en noviembre después de que fracasaran los esfuerzos por formar una coalición tripartita con los Verdes y los liberaldemócratas del FDP.

El fracaso prolonga un ‘impasse’ que ha puesto de manifiesto la profunda marca que ha dejado en el panorama político de Alemania el auge de la AfD.

“NO AL ISLAM”

Mientras miles de personas se manifestaban pacíficamente fuera, los delegados de la AfD miraban un vídeo que mostraba una imagen sombría de la mayor economía de Europa sobrepasada por mendigos, gente lanzando piedras y musulmanes.

También mostró a un joven con una bandana cubriéndole la cara preparándose para lanzar una piedra, un viejo asomándose a un conteneder de basura y multitudes con vestimentas musulmanas. Un rótulo decía: “Queremos recuperar nuestra tierra”.

La economía alemana ha estado creciendo desde 2010, creando fricciones entre partidos sobre cómo se debería gastar el dinero y dando al gobierno margen fiscal para gastar miles de millones en acomodar un flujo récord de solicitantes de asilo.

Fundado en 2013 como un vehículo de oposición a los rescates de la zona euro, la AfD alcanzaba alrededor de un 3 por ciento de los votos a nivel nacional en las encuestas hace dos años justo antes de la crisis de refugiados.

La llegada de más de 1,6 millones de solicitantes de asilo en dos años hasta finales de 2016 ha ayudado a transformar al partido en uno contrario a la inmigración que ahora tiene escaños en 14 de los 16 parlamentos regionales del país.

Las encuestas sugieren que ganará escaños en las elecciones del próximo año en Baviera y en la región occidental de Hesse, lo que le daría participación en todos los parlamentos regionales de Alemania.

Una pregunta clave que votarán los delegados de la formación en el congreso de dos días es quién debe reemplazar la exlíder Frauke Petry, que abandonó la formación para ser miembro independiente del Parlamento.

Su repentina salida dos días después de que la AfD se convirtiese en el primer partido de extrema derecha que obtiene asientos en el Bundestag desde la década de 1950 ha expuesto profundas disputas sobre si el partido debería desechar la polémica retórica de que el islam no es compatible con la Constitución alemana.

El auge de la AfD, que coincidió con el de otras fuerzas antiinmigración en Francia y Holanda, ha hecho mella en el consenso centrista en torno al cual los principales partidos han formado alianzas en Alemania.

Todos los demás partidos han descartado trabajar con la AfD.

(Escrito por Joseph Nasr; Editado por Andrew Heavens. Traducido por Rodrigo de Miguel en la Redacción de Madrid)

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