Las autoridades de Tailandia investigan la huida de 20 refugiados de la minoría musulmana uigur a través de agujeros hechos en las paredes de un centro de detención de inmigrantes en el sur del país, informaron hoy fuentes policiales.

Nattapakin Kwanchaiyapreuk, coronel del Departamento de Inmigración, explicó a Efe que los refugiados realizaron unos agujeros de unos 60 centímetros de diámetro y luego saltaron las vallas del centro en la provincia de Songkhla, en la frontera con Malasia, en la madrugada del lunes.

Los solicitantes de asilo llevaban detenidos desde 2015 y no habían sido repatriados debido a que no pudieron corroborar legalmente su nacionalidad, dijo Nattapakin.

Las autoridades tailandesas han contactado a la Policía malasia, ya que creen que los fugitivos, que utilizaron mantas para saltar los muros de 3 metros y las vallas protegidas con alambre de espino, han cruzado la frontera.

Otros cinco refugiados en el centro fueron descubiertos por la policía antes de que pudieran escapar.

Los refugiados forman parte de los 350 uigures que fueron detenidos en 2015 en Tailandia, de los que unos 180 fueron enviados a Turquía y otros 109 a China.

Unos 61 uigures continúan en varios centros de detención de inmigrantes en Tailandia a la espera de que se pueda verificar su nacionalidad.

Los detenidos se niegan a ser repatriados a China por miedo a represalias.

La minoría uigur, una comunidad túrquica emparentada con pueblos de Asia Central y que profesa el islam, vive en la provincia china de Xinjiang (oeste), que se ha convertido en los últimos años en foco de tensiones entre éstos y las autoridades chinas y la mayoría han.

Mientras Pekín acusa a grupos islamistas e independentistas uigures de ser responsables de actos violentos, algunos portavoces de esta minoría en el exilio denuncian la discriminación y represión política y religiosa que la comunidad sufre por parte de las autoridades.