El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, agradeció ayer a la embajadora de Argelia en España, Taous Feroukhi, «la rápida reacción» de las autoridades de su país para «detener de inmediato la salida masiva» de al menos 382 inmigrantes que fueron interceptados en la costa africana.

Zoido y Feroukhi coincidieron en la necesidad de conocer mejor y abordar las causas de la avalancha de pateras y de «luchar contra el denominado ’efecto llamada». El ministro podría viajar próximamente al país magrebí para reunirse con su homólogo argelino y tratar el tema. «Hay un esfuerzo estructural de las autoridades argelinas en su lucha contra la inmigración irregular y un trabajo conjunto a largo plazo», dijo. En esa línea ofreció «todo el apoyo y la máxima colaboración» en prevención y lucha contra las redes que trafican con seres humanos en las rutas de la inmigración irregular desde África hacia Europa».

El PSOE pidió ayer la comparecencia de Zoido, para que explique la gestión que Interior ha hecho de la llegada de los inmigrantes a las costas mediterráneas.

El portavoz socialista de Interior, David Serrada, lamentó que «el Gobierno actúa tarde y mal». «El Ejecutivo no puede seguir mirando para otro lado ante un problema humanitario de primer orden», añadió. A su juicio, «no hay «instalaciones dignas» para atender a quienes llegan en patera «en condiciones infrahumanas»». «En la mayoría de ocasiones, no hay personal suficiente» a su llegada, apuntó. En total, según Serrada, este año son 15.000 los inmigrantes que han llegado a España, el triple que el pasado ejercicio.