Tres de cada cuatro mujeres asesoradas por la Fundación Madrina deciden no abortar

La entidad española ofrece asistencia económica y psicológica a mujeres

La Razón, 05-04-2006

Madrid – Cada hora dos adolescentes se quedan embarazadas y una de ellas
opta por abortar. Ésta es la realidad en la que vive la sociedad española,
donde la cifra de abortos anuales asciende ya a casi 85.000, según el
Ministerio de Sanidad y Consumo. Muchos de estos casos son consecuencia de
situaciones de desamparo y falta de recursos por parte de las madres. Por
ello, la Fundación Madrina lleva ya cinco años trabajando para asistir
económica y psicológicamente a las mujeres con problemas para ser madres y
evitar que tomen esta medida extrema. Tanto es así que el año pasado la
Fundación consiguió que el 75 por ciento de las mujeres que se pusieron en
sus manos y que estaban planteándose el aborto como única salida siguieran
adelante con su embarazo.
   «Nuestro objetivo es cuidar y defender a
la mujer, especialmente en la situación donde es más vulnerable que es la
maternidad», explica el presidente de la Fundación, Conrado Giménez. Por
esta razón, la prioridad de la Fundación Madrina es conocer cuál es el
problema de cada mujer para poder atajarlo directamente: «La mayoría de
las jóvenes que acuden a nosotros sufre violencia, desamparo, al cuarto
mes de embarazo su pareja las abandona o las pega, pierden el trabajo o la
empresa les invita a abortar», añade Giménez.
   Luz al
final del tunel. Para ayudar a estas mujeres, la Fundación Madrina dispone
del «Programa Madre», que consiste en un itinerario donde se ofrece un
apoyo en tres sectores diferentes: asistencia y orientación por teléfono o
internet las 24 horas del día, alojamiento en hogares con familias de
acogida por periodos variables de una semana a tres años y, finalmente, la
integración social mediante formación y ayuda para encontrar empleo. Con
este despliegue, la Fundación consigue que ninguna mujer se vea privada de
su derecho a la maternidad y que «una chica que se encontraba en un túnel
sin salida, pueda tener a su bebé, encontrar un empleo y ser autónoma»,
subraya Giménez.
   Durante el año pasado, la Fundación Madrina
recibió más de 25.000 llamadas telefónicas para pedir asesoramiento y
atendió a 141 mujeres en alguno de sus proyectos del «Programa Madre».
Aunque la mayoría de las mujeres que acuden a la Fundación son
inmigrantes, cada vez es mayor el número de jóvenes españolas que
solicitan su ayuda, especialmente entre los 18 y 25 años. «Las chicas no
tienen ningún tipo de protección por parte de sus familias, están solas y
cada vez hay más promiscuidad… Nos hemos encontrado algunas jóvenes que
mantienen hasta cinco relaciones sexuales a la semana con personas
distintas», explica Conrado Giménez. Sorprende también el nivel de
cualificación de las mujeres atendidas por la Fundación, puesto que el 22
por ciento dispone de estudios universitarios y más de la mitad ha
superado el bachillerato.
   El presidente de la Fundación Madrina
pidió recientemente en el Parlamento Europeo que se proteja el derecho
fundamental a ser madre. En vez de hacer esto, «la sociedad ataca a la
maternidad» y esto explica que cuando mujeres embarazadas con dificultades
«acuden a los servicios sociales la única solución que les proponen es el
aborto», añade.
   Además de ayudar a jóvenes embarazadas, la
Fundación Madrina está desempeñando sendos proyectos de ayuda a mujeres en
Costa de Marfil y Burkina Faso, tanto enviando material clínico como
construyendo una escuela. Ambos proyectos han sido promovidos por aquellas
mujeres inmigrantes que, «al ser acogidas por la Fundación, se sienten en
la necesidad de ayudar a sus países de origen».
   Más
información en la web www.madrina.org y asistencia telefónica en el 902 32
33 29.
   

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