LUIS DE VEGA. CORRESPONSAL

RABAT. Un grupo de 83 senegaleses fue repatriado ayer en avión gracias al acuerdo alcanzado por las autoridades de Dakar y Rabat, según anunció la agencia oficial marroquí Map. Todos se encontraban desde mediados de marzo en la ciudad saharaui de Dajla, la antigua Villa Cisneros española, adonde llegaron después de ser rescatados en el mar por una patrullera marroquí.

Los inmigrantes, según la misma fuente oficial, habían salido el 5 de marzo a bordo de un cayuco (piragua empleada en la pesca artesanal) de las playas de San Luis de Senegal, junto a la frontera de este país con Mauritania. Por delante tenían unos 1.500 kilómetros hasta llegar a las islas Canarias, pero en aguas de la ex colonia española se quedaron sin gasolina y sin alimentos.

Lo que en principio iba a ser una travesía de cinco días para alcanzar el sueño europeo se convirtió en once jornadas de calvario en alta mar y una muerte casi segura si las Fuerzas de Seguridad del Reino alauí no hubieran dado con ellos.

Este no es el primer grupo de inmigrantes del que se hacen cargo en esas aguas las autoridades de Marruecos, que ocupa el Sahara Occidental desde hace treinta años, en las últimas semanas. Hasta ahora casi todos ellos aseguraban haber zarpado desde costas mauritanas. Por eso eran devueltos, independientemente de su nacionalidad, a ese país a través del territorio que se disputan Rabat y el Polisario.

Las autoridades senegalesas han mostrado en las últimas semanas su preocupación por el aumento de salidas de embarcaciones desde sus costas a pesar de la gran distancia a la que se encuentran del archipiélago español. Con repatriaciones pactadas como la de ayer el Gobierno de Dakar pretende concienciar a los posibles emigrantes de que cada vez es más difícil lograr su objetivo, por el incremento de las medidas de seguridad.

Detenciones en Rabat

Por otro lado, el Consejo de Inmigrantes Subsaharianos de Marruecos – organización que no cuenta con respaldo oficial – denunció ayer que las Fuerzas de Seguridad han detenido y expulsado en las últimas horas a un refugiado y ocho demandantes de asilo, algo que consideran «una violación» de las convenciones internacionales firmadas por el Reino alauí.