Casi no hay día en las últimas semanas en que no sea divisada desde las costas andaluzas una o varias pateras. En cada una de ellas, decenas de personas han arriesgado su vida con la intención de comenzar una nueva en Europa. El número de migrantes que ha llegado entre enero y octubre de este año casi triplica todos los rescatados en los mismos meses de 2016, según las estadísticas oficiales de Salvamento Marítimo facilitadas a eldiario.es Andalucía. La cifra aún queda muy lejos de las registradas en otros países europeos, como Italia y Grecia.

Desde comienzos de 2017 hasta finales de octubre fueron 12.336 personas rescatadas, seis fallecidas y 90 desaparecidas. Entre enero y octubre de 2016 habían sido 4.634 los inmigrantes rescatados, seis los fallecidos y 26 los desaparecidos. Los datos se corresponden con los centros de Salvamento Marítimo en Algeciras, Almería, Cádiz y Tarifa (los correspondientes a Málaga se coordinan desde el centro de Tarifa y los de Granada desde el de Almería).

A pesar del aumento, la cifra es baja en comparación con las registradas en otros países europeos con fronteras exteriores. En lo que va de año, Italia ha registrado 111.552 llegadas, mientras a Grecia han arribado 23.826 personas en 2017.

En cuanto al número de pateras localizadas, han sido 726 entre enero y octubre de 2017, mientras que fueron menos de la mitad (318) las contabilizadas en el mismo periodo del año anterior. El centro situado en Almería es, con bastante diferencia, el que se hacer cargo de mayor número de llegadas de inmigrantes de toda España, englobando prácticamente la mitad de todo el país en este periodo del año (13.544 entre enero y octubre de 2017).

¿Cómo se atiende a los que llegan?

El año empezó con un pico de llegadas pese a las frías temperaturas del mes de enero. Con el comienzo de la primavera y el verano es más frecuente el aumento de las cifras de embarcaciones rescatadas, según se aprecia en las mismas estadísticas. Ya entonces, ONG en materia de inmigración ponían en duda el sistema del Gobierno español a la hora de gestionar la atención a estas personas, de la que se suele encargar Cruz Roja en primera instancia en materia sanitaria y humanitaria.

Las primeras horas en España de los inmigrantes que llegan en patera a Andalucía no están exentas de dificultades, tanto por el déficit de las instalaciones como por la incertidumbre a medio plazo una vez pasen la correspondiente identificación policial, como ya informó este periódico en un reciente reportaje.

Las elevadas temperaturas en Motril o la reapertura forzada de un CIE que había cerrado por obras en Tarifa son otros ejemplos de esas condiciones que diversas entidades sociales vienen denunciando desde hace años mientras el número de inmigrantes que arriesgan su vida en el mar no para de crecer.

Menores no acompañados

Buen ejemplo también de ello es que la Junta de Andalucía, a finales de agosto, tuvo que alojar en un camping de Tarifa a decenas de jóvenes inmigrantes ante la saturación de sus centros. Un 9% de los inmigrantes que llegan es menor de edad, según cifró este mismo miércoles el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.

La Junta, que tiene encuadrado en sus políticas de infancia el acogimiento de todos los menores no acompañados, tiene habilitados diferentes recursos de emergencia dotados de 300 plazas en Huelva, Sevilla, Granada, Almería y Cádiz.

El propio vicepresidente Manuel Jiménez Barrios ha reclamado al Gobierno central que destine mayor financiación a este cometido. “Los fondos que el Gobierno central destina a este menester no son suficientes”, explicando que la competencia que ejerce la comunidad de atender a los menores no acompañados “debe corresponderse también con mayor financiación del Gobierno de España dado el aumento tan considerable que se ha producido”. “Es de justicia y razonable que el Gobierno de España sea sensible a esta situación”, subrayó.