Ai Weiwei: "La crisis de refugiados es una crisis moral"

El Diario, , 20-10-2017

“La crisis de refugiados es una crisis humana y moral”, afirmó hoy el artista y activista chino, Ai Weiwei, durante la presentación en Sao Paulo de su documental “Human Flow”, que retrata ese drama global en más de 40 campos de refugiados.

La obra abrió oficialmente la 41ª Muestra Internacional de Cine de Sao Paulo, a donde el artista llegó directamente desde Nueva York tras un contratiempo con el visto de su pasaporte que le impidió estar en la ceremonia de inauguración de la víspera.

Entender la crisis de los refugiados es el gran objetivo de la producción, que también tiene una “aproximación y reconocimiento personal” de Weiwei en relación a este asunto, ya que, perseguido por el Gobierno chino, su familia vive exiliada hace más de una década.

“Ellos (los refugiados) son transparentes, no son nadie y nadie los reconoce ni siquiera como refugiados. Gastan una vida entera como nadie; ellos simplemente no existen y no tienen identidad”, criticó el también cineasta en una rueda de prensa tras la exhibición del documental, distribuido en Brasil por Paris Films.

Desde el comienzo del rodaje en 2014 en Irak, se preguntó por qué estaba realizando esa pieza y esa reflexión fue su principal motivación para desvelar historias chocantes de refugiados que compila en cerca de 150 minutos.

El trabajo de Weiwei es calificado globalmente como de activismo por los Derechos Humanos y con una fuerte connotación política.

En este sentido, “Human Flow”, según indicó, es una forma de “implicarse socialmente” con problemas invisibles y que corren el riesgo de agravarse por la “toma de la derecha conservadora del mundo”.

A sus 60 años, Weiwei mantiene sus críticas a los “sistemas neoliberales” esparcidos por el mundo y las plasma en sus trabajos, los cuales no dejan indiferente a nadie, especialmente, por la sensibilidad hacia la fragilidad humana.

El artista ya fue preso en 2011, en China, acusado de evasión fiscal, justo cuando comenzó a idear el documental, y por ser considerado un opositor todavía sufre la censura de su obra en la tierra que le vio nacer.

Antes de él, su padre, el poeta Ai Qing, también fue preso y exiliado con el resto de la familia por las autoridades chinas.

Ai vive actualmente en Berlín, donde tiene un estudio de arte, cuyas obras se han expuesto ya en museos de prestigio como el Tate Modern, en Londres, y además fue uno de los diseñadores del Estadio Olímpico de Pekín, conocido como el “Nido de Pájaro”.

En la capital alemana, a pesar de no hablar la lengua nativa, cuenta que vive como un refugiado “privilegiado” porque tiene espacio y libertad para trabajar con el arte, lo que fue uno de los motivos para la concepción de la producción sobre los refugiados.

En la empresa de retratar este drama, Weiwei cuenta que fueron más de 900 horas de grabación, muchas de las cuales formarán parte de futuros lanzamientos. “Human Flow” fue presentada por primera vez este año en la 74ª edición del Festival de Venecia.

“La curiosidad que me estimuló a producir el documental fue entender cómo las personas eran forzadas a dejar sus casas y cómo es el tratamiento hacia ellas, pues muchas veces no reciben ninguna ayuda”, explicó de la obra que incluye testimonios filmados en países como Grecia, Turquía y México.

Weiwei, quien estará en la mayor ciudad de Brasil hasta este viernes, firma además el cartel oficial de la Muestra de Cine de Sao Paulo, que se extenderá hasta el 1 de noviembre.

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