Malasia apoya la repatriación de rohinyás en Bangladesh con ayuda de la ONU

El Diario, , 15-10-2017

El viceprimer ministro malasio, Ahmad Zahid Hamidi, afirmó hoy que Malasia apoya la repatriación con la implicación de la ONU de los refugiados rohinyás en Bangladesh que llegaron al país huyendo de la violencia en Birmania (Myanmar).

“Malasia apoya la implicación de la comunidad internacional y de las agencias de la ONU en el proceso de repatriación”, aseguró Hamidi durante una reunión con el ministro bangladesí de Exteriores, AH Mahmood Ali, que informó en un comunicado sobre el encuentro.

El viceprimer ministro anotó además que Malasia está preocupada por la situación de los rohinyás en Bangladesh, a donde han huido desde el pasado 25 de agosto al menos 537.000 miembros de esta comunidad, según los últimos datos revelados hoy por la ONU.

“Malasia y Bangladesh podrían ser socios principales en la resolución del problema”, subrayó Hamidi, de acuerdo con la nota, en la que remarcó que su país estará del lado del Gobierno bangladesí durante esta crisis.

El ministro de Exteriores bangladesí, por su parte, recordó que Bangladesh acogió a los “nacionales birmanos desplazados forzosos” por motivos humanitarios y éstos deben regresar a su “casa” en el estado occidental de Rakhine, en Birmania, “lo antes posible”.

Además, Ali agradeció la “audaz postura” de Malasia en su apoyo a los “perseguidos rohinyás”, el envío hecho de ayuda humanitaria y la “propuesta” de instalar un hospital de campaña en la provincia de Cox’s Bazar, en el sureste del país, para 300.000 rohinyás.

En ese sentido, el viceprimer ministro tiene previsto viajar mañana a Cox’s Bazar, donde se ubican los campamentos de refugiados rohinyás.

Malasia tiene particular interés por los rohinyás porque muchos miembros de esta etnia acuden en busca de oportunidades a territorio malasio o a Indonesia, otra nación de mayoría islámica que también ha expresado su preocupación por sus hermanos musulmanes.

La crisis de los rohinyás comenzó el pasado 25 de agosto, tras un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en Rakhine, una acción que fue respondida por el Ejército con una campaña que aún continúa.

De acuerdo con testigos y organizaciones de derechos humanos, el ejército arrasó poblados incendiándolos y ha matado a un número indeterminado de civiles, a los que tiroteó cuando vaciaba esas localidades.

El Gobierno birmano ha asegurado que la violencia ha estado originada por “terroristas rohinyás”, aunque el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU ha calificado la operación militar como una “limpieza étnica de manual”.

Antes de la campaña militar se estimaba que alrededor de un millón de rohinyás habitaban en Rakhine.

Birmania no reconoce a los rohinyás como una comunidad de este país y los considera bangladeshíes, mientras que Bangladesh, donde ya antes de esta crisis vivían unos 300.000 miembros de esta minoría, los ha tratado siempre como extranjeros y hasta ahora solo algo más de 30.000 están reconocidos como refugiados.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)