Bienestar del Norte, subsistencia del Sur

Gara, 04-04-2006

Las costas de Mauritania se están convirtiendo en el preámbulo de la muerte para muchos habitantes del Africa subsahariana que tratan de alcanzar las costas canarias en la esperanza de conseguir situarse en el centro del continente europeo. Muchos, como los 32 ciudadanos que murieron ayer en las aguas de Nuadibú, al norte de Mauritania, ni siquiera consiguen llegar vivos en sus cayucos a las islas canarias. Y quienes lo consiguen pronto se darán cuenta de que su sueño está, si cabe, más lejos que cuando iniciaron su viaje, ya que muy pronto serán repatriados, habiendo perdido dinero, tiempo y salud. Las millas que separan Mauritania de Canarias, ruta que actualmente utiliza la inmigración considerada «ilegal» que proviene del continente africano, se han convertido en la metáfora de la distancia que separa el bienestar del Norte de la lucha por la mera subsistencia del Sur. Una distancia no sólo geográfica que quienes se empeñan en recorrer saben bien que en ello se juegan la vida.

El desconocimiento y los mitos han llevado a pensar que los miles de ciudadanos y ciudadanas africanas que intentan conseguir un lugar donde vivir y un medio de subsistencia en Europa son personas sin recursos ni formación, que se dejan engañar por las mafias. Pero no es así. Precisamente quienes optan por salir de sus países en busca de un futuro mejor suelen ser quienes han adquirido el suficiente conocimiento del mundo para saber que hay otras formas de vida y han conseguido el suficiente dinero para entrar, aunque sea por la puerta trasera, en el continente europeo. Y son capaces de poner en juego su propia vida con tal de escapar del Africa esquilmado y mísero.

Las políticas de «extranjería» de los estados europeos intentan poner obstáculos a la entrada de ciudadanos, pero la pobreza, las guerras, las enfermedades… que impulsan la emigración del Sur al Norte son argumentos más fuertes que las leyes y fronteras. En ello han reparado los impulsores del manifiesto titulado “Paremos el genocidio de los africanos”, en el que personalidades de la cultura de «los países ricos» exigen un cambio de estrategia para con el continente africano: «A cambio de la riqueza ilegítimamente transferida del Sur al Norte, los países del Sur deberían ser compensados razonablemente». Lejos del espíritu caritativo con que se suele abordar la inmigración y seguramente más cerca de una auténtica solución para quienes huyen de la dura lucha por la supervivencia de sus países. -

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