La Diputación ha abierto ya dos nuevos centros para menores extranjeros en Bizkaia. Situados en dos municipios diferentes, uno de ellos abrió sus puertas el pasado mes de julio y acoge actualmente a una treintena de jóvenes. La institución foral se está planteando, además, la apertura de al menos dos o tres recursos más, para atender a los 486 inmigrantes menores de edad que han llegado al territorio este año.

Según informó el pasado lunes a las Juntas Generales la diputada foral de Acción Social, Isabel Sánchez Robles, este año han llegado a Bizkaia 486 menores extranjeros no acompañados, una cifra notablemente superior a los 360 de 2016, cuando ya se empezó a percibir cierto aumento, y los 180 del ejercicio anterior. La llegada ha sido especialmente intensa en verano: entre julio y septiembre pasados arribaron al territorio 247 jóvenes, frente a los 91 del verano de 2016.

Todo ello ha llevado al departamento foral de Acción Social ha reforzar sus servicios de Infancia para poder atender las necesidades de estos menores. Así, según confirmó Sánchez Robles, se ha ampliado la capacidad de algunos de los recursos en los que se presta atención a estos jóvenes.

Pero también ha sido necesaria la apertura de al menos dos nuevos centros, ya que el de primera acogida de Zornotza está saturado. Uno de ellos abrió sus puertas en julio, atendiendo a diez menores, una cifra que actualmente se sitúa en una treinta de jóvenes no acompañados. La Diputación está valorando la puesta en marcha de, como mínimo, otros dos o tres recursos más, ubicado todos ellos en diferentes municipios del territorio.

Tal y como recordó la portavoz foral, Elena Unzueta, hace unas semanas, “se trata de situaciones excepcionales y, precisamente para atender esas excepcionalidades se han puesto en marcha medidas especiales y de excepcionalidad”, antes de agradecer “el esfuerzo que está realizando el equipo humano de profesionales que atienden a la infancia en la Diputación”.

El 70% de los menores que han llegado este año a Bizkaia proceden de Marruecos, y otro 15% son de origen argelino y subsahariano. Casi la mitad de ellos, además, tienen entre 16 y 17 años. El proceso de integración socio-educativa que siguen los menores extranjeros que llegan a Bizkaia se inicia en el centro de primera acogida de Zornotza y se prolonga después en varias unidades convivenciales y semiautónomas que los que los jóvenes reciben una atención educativa integral e individualizada, bajo la supervisión de educadores sociales y escolarizados, hasta su emancipación. El proceso se completa con un programa en el que pueden participar una vez que cumplen 18 años.