Las autoridades españolas están siguiendo la ruta de un barco localizado a 200 millas de Canarias que podría transportar a unos 500 inmigrantes ilegales y que supuestamente habría partido hace una semana desde Guinea Conakry, Senegal o Sierra Leona. El buque fue avistado por un avión de Defensa y el Centro Nacional de Inteligencia, que recabó información sobre el barco, dio aviso a la Guardia Civil. El pasado sábado partió desde Gran Canaria un helicóptero que peinó toda la zona de navegación cercana a Mauritania y detectó varios barcos que coinciden con las especificaciones del navío buscado.

Según fuentes de la investigación, el presunto barco negrero lleva unos diez días en el mar buscando un destino idóneo donde tocar tierra, que podría ser Canarias, aunque no se descartan otros puntos de atraque en la Europa continental como Francia o Italia. La Guardia Civil contactó el pasado viernes con las autoridades mauritanas para saber si podían aportar más datos sobre el trayecto del buque. No obstante, las autoridades del país subsahariano aseguraron no tener información de ese barco, ya que no habría salido de ninguno de sus puertos. La Policía de Mauritania investiga ahora si el navío hizo alguna parada técnica en sus aguas.

A pesar de no conocer aún el destino del barco, las autoridades portuarias de Las Palmas de Gran Canaria están preparando ya un operativo para recibir una posible avalancha de inmigrantes clandestinos. Las fuerzas de seguridad españolas, de momento, realizan vía satélite el seguimiento de la ruta del barco sospechoso, que no obstante no llegaría al archipiélago antes del martes.

Embarcaciones pesqueras

El último barco que llegó a Tenerife, el 16 de agosto del 2005, transportaba a un centenar de subsaharianos. En todos los casos han sido viejos navíos abandonados en puertos africanos. En los últimos días también se ha advertido de la cantidad de embarcaciones pesqueras rusas abandonadas en diques de esos países y que podrían ser el medio para traer hasta Europa a miles de inmigrantes ilegales.

Desde que se han empezado a utilizar grandes navíos para el transporte de inmigrantes, las autoridades españolas han estrechado lazos de colaboración con las de los países de procedencia para el intercambio de información y hacer más eficaz la lucha contra estos delitos.

Así, las autoridades de Guinea Conakry intervenieron en el 2005 un barco amarrado en la isla de Loo y que pretendía viajar a Las Palmas de Gran Canaria transportando ilegalmente inmigrantes subsaharianos.

La actuación de las Fuerzas de Seguridad del país africano se produjeron tras las informaciones que les suministró en este sentido la Comisaría General de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía. Cuando los policías de Guinea Conakry entraron en el Transatlantic encontraron en su interior a 60 subsaharianos que supuestamente ya habían pagado por el viaje y una tripulación compuesta por siete marineros, sin embargo, el capitán, de nacionalidad alemana, había huido.