Ramón Redondo se recupera en el zaragozano Hospital Miguel Servet de las graves heridas que le propinaron un grupo de cinco jóvenes – dos de ellos menores de edad – y que lo dejaron al borde de la muerte. Tiene 29 años, acababa de salir de casa de unos amigos en el barrio del Actur y de repente se vio rodeado por esos cinco individuos, que llegaron a golpearle con una tapa de alcantarilla. Tres de los detenidos ingresaron en prisión y los dos menores fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores y trasladados al Centro de Menores San Jorge de la capital aragonesa.

Desde su cama del hospital, Ramón Redondo asegura que «la gente que ha hecho este tipo de cosas se merece estar en la cárcel o por lo menos reeducarse un poco». Está convencido de que le agredieron como «forma de buscar diversión», informó Efe.

El mismo día, el sábado de la semana pasada, un joven de raza negra, inmigrante portugués, fue atacado por otro grupo de jóvenes de estética neonazi. En este caso los hechos ocurrieron en el barrio de Delicias, donde ayer tuvo lugar una concentración de protesta convocada por varias asociaciones vecinales de Zaragoza. La agresión que sufrió este inmigrante condujo a la detención de otros tres jóvenes, aunque tras ser puestos a disposición judicial no se decretó su ingreso en prisión, sino que quedaron en libertad con cargos, a la espera de juicio.