La relatora especial de la ONU para los derechos humanos en Birmania (Myanmar), Yanghee Lee, afirmó hoy que fuentes del organismo multilateral calculan que unos 27.000 rohinyás han huido ya en los últimos días a Bangladesh, mientras que 20.000 más permanecen atrapados entre los dos países.

La mayoría han cruzado a Bangladesh para llegar al distrito de Cox’z Bazar, en el sureste del país y próximo a la frontera birmana.

La experta independiente de la ONU señaló en un comunicado que hay que parar el “deterioro del ciclo de violencia” en Rakhine que no solo afecta a la población de ese estado y a los musulmanes rohinyás, sino también a otras comunidades.

“Decenas de miles de rohinyás están huyendo hacia Bangladesh”, señaló Lee, quien recalcó que la situación humanitaria se está deteriorando rápidamente y teme que “muchas miles” de personas se encuentren cada vez más en riesgo de graves violaciones de sus derechos humanos.

Lee señaló que ha recibido información de que las autoridades ayudan a las comunidades en Rakhine y otras afectadas para evacuarlas a lugares más seguros, pero esta asistencia aparentemente no se da a los musulmanes rohinyá.

La experta recordó a las autoridades birmanas sus obligaciones en materia de derechos humanos para proteger a todas las personas de todas las comunidades, ya sea de ataques perpetrados por extremistas o de acciones excesivas por parte de las fuerzas de seguridad.

La relatora expresó su preocupación por los ataques extremistas que siguieron a la publicación del informe final de la comisión asesora que preside el ex secretario general de la ONU Kofi Annan y las operaciones de seguridad que se llevan a cabo ante los mismos.

Según las autoridades birmanas, al menos 110 personas han muerto de forma violenta desde el pasado día 25 en el oeste del país debido a la ola de ataques contra puestos oficiales reivindicados por rebeldes musulmanes rohinyá.

Según Lee, desde entonces varias fuentes “creíbles” han informado de violaciones de derechos humanos, entre ellas el asesinato indiscriminado de rohinyás por armas de fuego de militares, incluso cuando estaban huyendo.

También informan de heridos de bala y del uso de helicópteros y de granadas contra la población civil, señaló la relatora.

La situación en Birmania empeoró tras el ataque del 9 de octubre de 2016 perpetrado por supuestos insurgentes rohinyás contra puestos policiales que causó la muerte a nueve agentes y motivó la represalia de las fuerzas de seguridad.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ANCUR), en total, unos 350.000 rohinyá han huido de Birmania por la violencia en Rakhine, incluidos 74.000 a finales de 2016 como resultado de la represión militar en respuesta al ataques de octubre.