Imparable Merkel

La Vanguardia, María-Paz López, 28-08-2017

El aplomo acompaña a esta mujer a quien los sondeos, y desde luego ella misma y su partido, dan por vencedora en las elecciones generales que Alemania celebrará el próximo 24 de septiembre. Ayer en la tradicional jornada de puertas abiertas que el Gobierno organiza cada año el último fin de semana de agosto, un ciudadano de visita en la Cancillería preguntó a la canciller Angela Merkel qué cosas la alegran.

“Básicamente las buenas noticias”, respondió ella. Luego se dio un baño de selfies y autógrafos entre los presentes –eran algo más de las dos de la tarde–, que habían guardado cola una media de 45 minutos. Hacía sol y había alguna nube, en un domingo plácido de poco calor.

La democristiana Merkel, canciller desde el 2005 –es decir, tres legislaturas–, aspira a un cuarto mandato. A un mes escaso de la cita, se aplica a lograrlo sin hacer caso a su rival, el socialdemócrata Martin Schulz, que se está empleando a fondo en las críticas contra ella, buscando remontar unos sondeos muy desfavorables.

El último, publicado por el diario Bild y realizado por el instituto Emnid, daba 15 puntos de ventaja al partido de Merkel, la Unión Cristiana Demócrata (CDU), y a su aliada, la Unión Social Cristiana (CSU) bávara, sobre el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) de Schulz (véase gráfico).

En las elecciones del 2013, la CDU/CSU cosechó el 41,5%, y el SPD obtuvo el 25,7%. Ambos pactaron entonces una Grosse Koalition (coalición de los dos partidos más votados), y han gobernado juntos toda esta legislatura, por lo que el SPD lo tiene difícil para criticar la labor de un gobierno en el que ha participado.

“Merkel está desconectada de la realidad en muchas cuestiones”, atacó ayer tarde Schulz en una entrevista en la cadena pública ARD, en la que acusó a la canciller de “no tener un plan”. El expresidente del Parlamento Europeo –cuya candidatura a canciller hizo galopar al SPD en los sondeos a inicios de año– sostuvo que aún puede ganar, apelando a los indecisos. Un estudio del instituto Allensbach indica que un 46% de votantes están indecisos.

Merkel, en cambio, ni se molesta en pronunciar el nombre de su contrincante, a la espera del debate que tendrán en televisión el próximo domingo 3 de septiembre. Hace cuatro años, más de 17 millones de telespectadores siguieron el duelo entre Merkel y el entonces candidato socialdemócrata, Peer Steinbrück.

Ayer tarde, Angela Merkel, tras atender a los visitantes en la Cancillería, fue entrevistada a su vez en la cadena pública ZDF. Dijo estar convencida de tener “una percepción del futuro y de los desafíos” que afronta el país, y “una mezcla de experiencia y voluntad de hacer cosas nuevas”. Aparte, en el rotativo Welt am Sonntag había asegurado no lamentar su decisión hace dos años de abrir las fronteras a los refugiados que huían de Siria, Irak y otros países en conflicto. “Era una situación extraordinaria, y tomé la decisión basándome en lo que consideré correcto desde un punto de vista político y humanitario”, afirmó.

Según Merkel, “ese tipo de situaciones extraordinarias ocurren de vez en cuando en la historia de un país, y el jefe de Gobierno tiene que actuar”. La crisis de los refugiados, que durante largos meses de finales del 2015 y luego en el 2016 parecía lacerar su porvenir, no parece ahora pasarle factura.

En general, la líder democristiana está eludiendo los riesgos, evitando hacer promesas muy específicas, y presentándose como garante de la estabilidad en un mundo en crisis, abocado a manejar el Brexit y los bandazos de Donald Trump. E insiste en que, tras doce años en la cancillería federal, su motivación se mantiene intacta. El programa electoral de la CDU es ella y poco más. El eslogan de un cartel con la foto de Merkel, de 63 años, reza: “Inteligente. Prudente. Decidida. Para que nuestro país continúe en el camino del éxito”. Según un sondeo de Forsa, difundido la semana pasada por el semanario Stern y la cadena RTL, el 76% de los alemanes considera que los comicios ya están decididos a favor de Merkel. Sólo el 19% cree que los socialdemócratas de Schulz podrían convertirse todavía en la fuerza más votada. Con todo, el SPD está presentando batalla hasta el último voto, invocando las desigualdades sociales, y fiándolo todo al carisma de Schulz.

Para muchos analistas, la verdadera incógnita es con quién forjaría Merkel una futura coalición de Gobierno: si repetiría una Grosse Koalition con el SPD –Schulz ya ha dicho que ni hablar, pero podría verse abocado a ello–, o si optaría por los liberales (FDP), contando quizá también con el concurso de los Verdes. Alemania es país de coaliciones.

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