Buscan a Moussa Oukabir como autor material del atentado de Barcelona

Se le acusa de conducir la furgoneta que, a más de 80 kilómetros por hora, irrumpió en las Ramblas provocando 13 muertos y 100 heridos

El Correo, MELCHOR SAIZ PARDO, 18-08-2017

Las fuerzas de seguridad buscan a Moussa Oukabir Soprano, un joven de 18 años residente en la capital catalana y , como autor material del brutal atentado que golpeó ayer el corazón de .

El sospechoso había hecho alardes de su radicalismo en internet. En una cuenta de Kiwi, una red social sobre preguntas y respuestas, aseguró hace dos años que en «su primer día como rey/reina del mundo», lo primero que haría sería «matar a los infieles y solo dejar a musulmanes que sigan la religión». El terrorista dejó en el interior de la furgoneta usada para el atropello masivo un pasaporte a nombre de su hermano, el melillense de origen franco marroquí Driss Oukabir.

Este joven, al que durante buena parte de la tarde se consideró como principal sospechoso del atentado, se personó en la comisaría de la localidad gerundense de Ripoll, donde reside, para asegurar que no tenía relación alguna con los atentados y que su documentación le había sido sustraída recientemente. Oukabir, que pasó un mes encarcelado en la prisión de Figueres (Girona) de forma preventiva como autor de un supuesto delito de abusos sexuales, quedó detenido para tratar de confirmar su versión. El segundo arrestado es un ciudadano marroquí, apresado en Alcanar (Tarragona).

El pasaporte de Oukai, efectivamente confirmaron fuentes de la investigación, fue el que se usó para alquilar la furgoneta en la oficina de Telefurgo de Santa Perpetua de la Mogada. En esa misma oficina, y valiéndose del pasaporte a nombre de Oukabir, el o los terroristas alquilaron un segundo vehículo, de casi idénticas características, que fue localizado una hora después de la masacre en un aparcamiento cercano a un restaurante de comida rápida de la localidad de Vic, en la carretera de Manlleu.

Al parecer, este segundo vehículo iba a ser usado por los yihadistas para escapar o pudo ser utilizado en labores de ayuda a la furgoneta, si bien este extremo no pudo ser confirmado de manera oficial. Desde el principio, tanto la Consejería de Interior como el Ministerio dirigido por Juan Ignacio Zoido apuntaron a la autoría del Daesh, tanto por la metodología como por el escenario elegido. Apenas unas horas después el reivindicó la autoría del atentado a través de una nota difundida por su agencia de noticias, Amaq.

Un mosso acude a socorrer a una persona herida delante de la furgoneta con la que se perpetraron los atropellos. Abajo, un grupo de personas socorre a uno de los afectados. A la derecha, Un grupo de policías recorre las Ramblas fuertemente armados en busca de los autores del atentado. / R.C.
Atestada de turistas

En plena hora punta, poco antes de la cinco de la tarde, y con unas Ramblas atestadas de turistas y transeúntes, un terrorista se lanzó con una furgoneta a más de 80 kilómetros por el centro peatonal del bulevar. El vehículo logró rodar unos 500 metros, haciendo continuos zigzags para arrollar al mayor número de personas. La mortal carrera provocó, al menos, trece muertos y un centenar de heridos, de ellos 15 de carácter grave. El pánico se adueñó de inmediato de la capital condal, ante la certeza de que el autor material había huido.

Tras horas de confusión y después de que los Mossos d’Esquadra y las fuerzas de seguridad del Estado desplegaran una ‘operación Jaula’ sin precedentes en los últimos años, los agentes lograron detener ayer a un marroquí en la localidad de Alcanar (Tarragona) y a un melillense en Ripoll (Girona) en relación a este primer atentado de corte yihadista en España desde la masacre del 11 de marzo de 2004. En Ripoll también los Mossos han detenido esta mañana a un tercer sospechoso. No obstante, al parecer, el autor material de la matanza seguiría huido.

El atropello masivo era, sin duda, la peor pesadilla de las fuerzas de seguridad. Niza, Londres, Berlín, París, Estocolmo… Ahora Barcelona y también Cambrils, donde los terroristas trataron de repetir su macabra hazaña poco antes de la 1 de la madrugada del jueves al viernes. Cinco individuos fueron abatidos.

En Cambrils estaban preparados. En Barcelona, sin embargo, no había indicios de que fuera a ser la siguiente en sufrir el zarpazo del nuevo método preferido por el Estado Islámico, el arrollamiento indiscriminado. Por eso, el paseo central de Las Ramblas no tenía obstáculos, ni tampoco estaba cerrado al tráfico rodado. Esa circunstancia era conocida por los terroristas.

Las claves
Caos El vehículo rodó cerca de 500 metros en zigzag por un bulevar atestado de turistas y transeúntes ‘Operación jaula’Los Mossos detuvieron a dos personas y buscan a un joven de 18 años como conductor del vehículo VíctimasEntre los fallecidos hay turistas de varios países, entre ellos, una belga y tres alemanes
La furgoneta, una Fiat de color blanco alquilada a la empresa Telefurgo en la localidad barcelonesa de Santa Perpètua de Mogoda, entró al paseo desde la popular Plaza de Catalunya. De inmediato, según fuentes de la investigación, se incorporó a la zona central peatonal, donde centenares de personas deambulaban entre las tiendas y los populares quioscos, y comenzó a tomar velocidad.

En los primeros metros, la mayoría de los transeúntes lograron esquivar al vehículo, pues el área es más amplia, pero conforme la furgoneta fue tomando velocidad a la altura de la conocida fuente de Canaletas y comenzó a hacer amplias ‘eses’ a lo largo y ancho del bulevar las víctimas fueron cayendo como «bolos», en palabras de un testigo.

Contra un quiosco

Era tal la muchedumbre que había en la zona que la mayoría de los fallecidos y heridos según los Mossos ni siquiera se percató de la furgoneta que bajaba, ayudada por la inercia a toda velocidad, hasta que la tuvieron encima.

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C Gráfico. Así fue el atentado en La Rambla de Barcelona. / Josemi Benítez

El conductor asesino no puso final a su matanza hasta que finalmente perdió el control del vehículo y fue a estrellarse contra uno de los quioscos turísticos, situado a la altura del mercado de La Boquería. El terrorista que no iba a armado y que, al parecer, no profirió gritos logró escapar de la zona, dejando tras de sí un espectáculo dantesco.

Decenas de personas fallecidas y heridas yacían a lo largo del bulevar. Las Ramblas se habían convertido en un inmenso reguero de sangre, por el que corrían despavoridos centenares de turistas tratando de refugiarse en los bares y comercios cercanos. El ataque dejó muertos y heridos de al menos 18 nacionalidades. Entre los fallecidos había una turista belga y tres alemanes.

En cuestión de minutos decenas de ambulancias y efectivos policiales comenzaron a llegar a la zona, donde durante casi una hora reinó el caos. Durante buena parte de la tarde se extendió el rumor de que uno o dos de los yihadistas se habían atrincherado en un bar turco cercano la Luna de Estambul y habían tomado rehenes, lo que acrecentó el pánico.

Las autoridades ordenaron de inmediato el desalojo de la zona y el corte de todos los medios de transporte y estaciones del centro de la ciudad metro, autobuses, Ferrocarriles de la Generalitat y Renfe como parte de una inmensa ‘operación Jaula’ para intentar atrapar al autor material de la masacre.

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