La forma científica de saber si los tuits van cargados de sarcasmo

La Vanguardia, , 11-08-2017

Ya no tendrás que preocuparte ni ‘dar vueltas al coco’ cada vez que alguien te manda un emoji y te invada la eterna duda de si es sarcástico o no. Para todos aquellos que sufren el mal de Sheldon Cooper, aquel que te impide reconocer estas pequeñas dosis maliciosas de ironía, un algoritmo te ahorra este quebradero de cabeza.

La lástima es que solo funciona con Twitter – ya podría ser para WhatsApp porque acabaría con muchos malentendidos – . El algoritmo, denominado DeepMoji y desarrollado por un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), está entrenado para reconocer ‘emojis’ a través de la técnica deep learning
, que permite entrenar a una red neuronal simulada para que reconozca patrones sutiles a partir de un gran volumen de datos.


Su objetivo principal era detectar mensajes racistas o de acoso en la red social, pero luego se dieron cuenta de que el significado de muchos mensajes no podía entenderse correctamente sin una cierta comprensión del sarcasmo.


También es capaz de analizar mejor que un ser humano el subtexto emocional y revelar el sentimiento de los medios de comunicación social, útil para el seguimiento de las actitudes hacia marcas y productos, así como para identificar las tendencias en los mercados financieros. De hecho, el algoritmo presentó un 82% de precisión en la identificación correcta respecto a un 76% de los voluntarios humanos que se atrevieron a ‘retar a la maquina’.


Algunos consideran que estos avances podrían considerarse como pequeños pasos hacia la comunicación futura entre hombres y máquinas. “Si las máquinas van a cooperar con nosotros, entonces van a tener que entendernos y la emoción es realmente difícil”, aseguró Iyad Rahwan, profesor asociado del MIT Media Lab que lo desarrolló con uno de sus estudiantes, Bjarke Felbo.


El secreto para entrenar este algoritmo fue que una gran mayoría de tuits tienen emojis y aprovecharon esto para que pudiese llegar a entender las emociones generales y en concreto el sarcasmo. “Debido a que no podemos usar la entonación en nuestra voz o lenguaje corporal para contextualizar lo que estamos diciendo, usamos emojis. La red neuronal aprendió la conexión entre cierto tipo de lenguaje y los emoji”, afirma Rahwan.


Para ello analizaron 55.000 millones de tweets y seleccionaron 1.200 millones que contenían una combinación de 64 ‘emoji’ populares. Después, fueron asociando cada tipo de emoji que reflejaba una emoción a un cierto tipo de mensaje determinado para finalmente especializarlo en mensajes sarcásticos. Los creadores han creado una web donde la gente puede colaborar con el estudio aportando sus propios usos e interpretaciones de emojis y mensajes.

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