El Ayuntamiento dedicará 2,3 millones a impartir cursos para rescatar a 400 jóvenes 'ninis'

El dinero, procedente en su mayoría del Fondo Social Europeo, se destinará a la organización de 27 acciones formativas de especialidades altamente demandadas en el mercado de trabajo

Diario Sur, NURIA TRIGUERO, 10-08-2017

El Ayuntamiento de Málaga ha conseguido que el Gobierno Central le conceda todo el dinero que solicitó en la convocatoria de reparto de ayudas del Fondo Social Europeo destinadas a combatir el paro juvenil: 2.138.284 euros, que destinará junto a una aportación propia de 188.720 euros a impartir 27 cursos de formación gratuitos dirigidos a integrar en el mercado laboral a 405 menores de 30 años que encajan en el estereotipo del ‘nini’, es decir, que ni estudian ni trabajan.

El consistorio malagueño es la entidad local española que más fondos ha captado en esta convocatoria, prácticamente doblando la cantidad que ha conseguido la siguiente, que es el Ayuntamiento de Motril. ¿Cómo lo ha conseguido? El director del Instituto para la Formación y el Empleo (IMFE), Enrique Nadales, explica que se ha hecho una «apuesta muy ambiciosa», pues el Ayuntamiento se ha comprometido a alcanzar un porcentaje mínimo de inserción laboral del 30%. «Si no lo cumplimos nos penalizarán restándonos fondos, pero estamos convencidos de que podemos lograrlo porque en los cursos que el IMFE viene organizando desde hace ocho años rondamos el 35%», explica.

El proyecto con el que el IMFE ha conseguido estas ayudas se llama ‘Adriza – T’ y tiene un presupuesto total de 2.327.004 euros. Incluye 27 cursos de formación teórico – práctica en 17 especialidades altamente demandadas por el mercado laboral, que incluirán prácticas en empresas y permitirán la obtención de certificados de profesionalidad. También comprende la tutorización y la orientación individualizada de los alumnos, que recibirán una beca de 10 euros al día para incentivar la asistencia. «Día que no vayan al curso, día que no cobran», especifica Nadales.

Los cursos que van a impartirse son los siguientes: operaciones básicas de cocina, operaciones básicas de restaurante bar, operaciones básicas de pisos en alojamiento, operaciones básicas de catering, servicios de bar y cafetería, socorrismo en instalaciones acuáticas, operaciones auxiliares en la organización de actividades y funcionamiento de instalaciones deportivas, actividades de venta, gestión administrativa y financiera del comercio internacional, actividades auxiliares de almacén, confección y publicación de páginas web, operaciones auxiliares de montaje y mantenimiento de sistemas informáticos, atención sociosanitaria a personas en el domicilio, atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, dinamización de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil, gestión de residuos urbanos e industriales y gestión ambiental. La duración de cada itinerario variará, pero muchos rondarán las 500 ó 600 horas.

El IMFE va a reforzar su plantilla con 24 profesionales para poder desarrollar esta iniciativa: un coordinador del proyecto; un responsable por cada especialidad (hasta un total de 17), que también ejercerán funciones de orientación; y seis prospectores del mercado de trabajo que se dedicarán a buscar empresas donde los alumnos puedan desarrollar las prácticas. Los cursos no los impartirá directamente el instituto municipal, sino que se organizará un concurso público para elegir a las entidades que se harán cargo de ellos.

La fecha tope para ejecutar este proyecto es el final de 2018, por lo que el Ayuntamiento pretende que los primeros cursos empiecen a impartirse entre finales de este año y principios del que viene.

¿Cuáles son los requisitos para poder apuntarse a estos cursos? Básicamente dos: ser menor de 30 años y ser demandante de empleo. Los candidatos deberán apuntarse, eso sí, al Sistema Nacional de Garantía Juvenil. «Hay cursos que tendrán requisitos especiales, por ejemplo, en el de socorrismo se priorizará a los que sepan nadar», apunta Nadales. Del total de 405 plazas, se reservan 105 a personas con especiales dificultades de inserción como mujeres, discapacitados, gitanos, inmigrantes o parados de larga duración.

Pese a que en Málaga no faltan precisamente jóvenes desempleados, Nadales teme que no será fácil completar las 405 plazas, basándose en la experiencia con iniciativas desarrolladas por el IMFE para rescatar a ‘ninis’ del ostracismo. «Es un colectivo al que cuesta motivar», reconoce.

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