España lleva ya ocho años sin recibir ni un solo cayuco procedente de Senegal

Zoido busca en Dakar reforzar la cooperación en inmigración, crimen organizado y terrorismo

ABC, PABLO MUÑOZ, 21-07-2017

A principios de 2006, un pescador de la localidad senegalesa de San Luis se perdió con su cayuco y de forma casual tocó tierra en Canarias. De vuelta, cuando contó lo que le había sucedido, las redes de inmigración se dieron cuenta de que aquello, bien explotado, podía ser un negocio extraordinario y comenzaron la fabricación masiva de ese tipo de embarcaciones.

Pocos meses después se desataba en España la crisis de los cayucos, durante la cual nuestro país aprendió de forma dramática la importancia estratégica que tenía para nosotros Senegal en el control de la inmigración irregular. Por entonces llegaron a las costas de nuestro país 39.000 personas, la mayoría de ellas en embarcaciones de esta zona también de Mauritania, aunque en menor medida, y fue imprescindible llegar a acuerdos de cooperación entre Madrid y Dakar fue en un tiempo récord, pues se firmó el 24 de agosto de 2006 para detener esa avalancha y las crisis humanitaria que generaba. Los resultados, a día de hoy, son espectaculares: desde 2009, ni un solo cayuco procedente de ese país africano ha llegado a nuestras costas.

Un cayuco llega a las costas españolas en 2006
Un cayuco llega a las costas españolas en 2006- LUIS DE VEGA HERNÁNDEZ
Ayer, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, viajó a Senegal no solo para renovar esos acuerdos sino para reforzar aún más la colaboración entre los dos países en materia de inmigración, pero también de terrorismo y crimen organizado. Para ello se reunió con el presidente de ese país, Macky Sall, y con su colega de Interior, Abdoulaye Daouda Diallo. Además visitó el destacamento de guardias civiles y policías, formado por 20 agentes, desplegados en Dakar para mostrarles su apoyo y agradecer el trabajo que hacen.

«El objetivo es que nunca más un inmigrante irregular muera en el mar intentando llegar a nuestras costas», dijo Zoido tras la reunión con Abdoulaye Daouda Diallo. «Nuestro objetivo es ordenar la inmigración para que las personas que viajen lo hagan de forma legal y sin correr riesgos», añadió, para destacar la lealtad mutua y confianza que hay entre España y Senegal «no ya solo en materia de inmigración, sino también de crimen organizado y terrorismo internacional».

Las personas que viajen deben hacerlo de forma legal y sin correr riesgos
Juan Ignacio Zoido
En materia de cooperación España mantiene desde 2012, incluidos por tanto los años de la crisis económica, una ayuda directa a Senegal de tres millones de euros. Este dinero se emplea para pagar el combustible de las embarcaciones y vehículos que se dedican a controlar la inmigración y al pago de la manutención en Canarias de un oficial de enlace senegalés que trabaja en el mando de Canarias en el que se coordinan todas las operaciones que se hacen en su área de influencia.
Además, la Policía y la Guardia Civil hacen un importante trabajo de formación con agentes senegaleses que abarcan además de la inmigración, materias como el crimen organizado y el terrorismo, con cursos específicos para los mandos de las Fuerzas de Seguridad de este país. De esa forma, además, se consigue que la relación entre las policías de los dos países sea mucho más estrecha. El coste oscila, según el año, entre los 40.000 y los 60.000 euros.

Pero a pesar de todos los esfuerzos que hace la Unión Europea, no solo en Senegal sino en países como Marruecos, Mauritania, Mali o Argelia, entre otros, no consiguen frenar el fenómeno: «África es una bomba demográfica, la mayoría de las economías de la zona son débiles y la gente necesita emigrar para buscar una vida mejor. Y por su situación geográfica, España, como Italia o Grecia, están en primera línea», alertan los expertos.

«La única salida es, además de aumentar los controles fronterizos; es decir, una prevención en origen una política de cooperación decidida para hacer que estos países sean próspeeros y puedan dar oportunidades a sus nacionales».

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