tudela – Alrededor de 200 personas de Navarra y País Vasco partieron ayer hacia Melilla en cuatro autobuses para reclamar “los derechos de los inmigrantes” y promover “un cambio de rumbo en la política exterior y migratoria española y europea”. La caravana reivindicativa realizó su primera parada en el Polígono de Tiro de las Bardenas, donde se llevó a cabo una performance para reclamar el desmantelamiento de esta instalación militar. “Las guerras de África y Oriente Medio que crean muertes, hambruna y los movimientos migratorios se ensayan aquí mismo y es hora de terminar con esta barabarie”, denunció la portavoz de la Caravana a Melilla, Bea Beorlegi, que recordó que “Nafarroa y toda Euskal Herria es cómplice de esta gran crisis humanitaria.

En este mismo acto intervinieron también Xabier Urdin y Noemí Solanas, del colectivo Bardenas Libres, que manifestaron que “la OTAN y sus aliados entrenan sus tácticas de guerra y prueban su armamentos en las Bardenas, muchas veces con fuego real”. Por eso protestaron una vez más e indicaron: “Nos negamos a ser cómplices de la barbarie que han exportado a países como Yugoslavia, Irak, Libia, Siria, El Congo, Yemen, Ucrania… provocando la huida de millones de personas que buscan refugio y protección en esta Europa que les cierra las fronteras”. En este sentido, concluyeron que “es necesario poner la atención en estas instalaciones militares, en las que se ensayan las guerras que provocan millones de refugiados y muertes en el mar, a cambio de un miserable canon manchado de sangre”.

OCHO DÍAS Tras parar a comer en Tudela, la Caravana a Melilla puso rumbo a Madrid, donde se sumaron otras 200 personas de distintas comunidades españolas que participarán en las distintas acciones y actos de protesta que se llevarán a cabo durante los ocho días que la marcha reivindicativa recorrerá el sur de España. Hoy mismo realizarán una cadena humana rodeando el Congreso de los Diputados antes de continuar hacia Sevilla y Málaga, dos ciudades en las que se denunciará la situación de los centros CIES (Centro de Internamiento de Extranjeros).

La ruta seguirá hasta Melilla, donde permanecerán tres días, para poner el punto de mira en la represión hacia los inmigrantes, la situación de las porteadoras de la frontera o de los inmigrantes menores de edad. De vuelta, la caravana hará parada en Almería para denunciar las pésimas condiciones laborales que sufren los inmigrantes.

Antes de partir hacia Madrid, Beorlegi apuntó que el cierre de fronteras europeas está abriendo vías de migración cada vez más peligrosas que “están provocando un genocidio al que no podemos permanecer indiferentes”. Por esta razón, exigió “vías legales y seguras para las personas en tránsito”, al mismo tiempo que reclamó que “se garanticen sus derechos en los países de acogida, evitando la explotación, los abusos, la violencia, la trata y el tráfico de personas”.