Esta refugiada sudanesa es la persona más pobre del mundo

Estudia y quiere ser abogada de derechos humanos

La Vanguardia, , 29-06-2017

Mary Myaluak Gai tenía 13 años cuando su padre decidió, sin siquiera preguntarle, de entregarla como esposa a su tío, que le llevaba 35 años. Mary se negó, pero su familia se la entregó igual. Lo primero que el tío le hizo a Mary fue violarla. La chica vivía en Sudán del Sur, el país más pobre del mundo.


Algunos datos bastan para conocer la realidad de esta nación africana: sufre una guerra implacable (la tribu de los Kakwa está siendo exterminada por las tropas del Gobierno), en el último año escaparon del país 400.000 personas, de los poco más de 10 millones de habitantes, 6 millones sufren un hambre atroz, la esperanza de vida es de 55 años, la mortalidad infantil es de 68 bebés cada 1.000 nacidos, sufre la falta de agua y alimentos, y está padeciendo una epidemia de cólera que deja 60 muertos por día. Y mujeres como Mary no tienen derecho a opinar.


La chica escapó de la casa de su tío violador. Cruzó la frontera y llegó a Uganda. Pero fue arrestada y enviada nuevamente a su país. Se volvió a casar. Esta vez con quien amaba. Pero su marido estaba trabajando en otra región del país y desapareció. Nunca más volvió a saber de él.


La guerra no sólo se llevó a su esposo. Toda la familia de Mary fue exterminada. Ella tomó a sus cinco hijos y volvió a escapar. Esta vez a Kenia. Encontró su lugar en el mundo en un campo de refugiados. Uno de los cientos que hay en la zona. Allí encontró un poco de comida para ella y sus hijos, un poco de agua, un poco de abrigo. Un poco de vida.


Mary está estudiando. Quiere ser abogada de derechos humanos. Tal vez su primera clienta sea ella misma. Y sin quererlo, es la mujer más pobre del mundo. Así lo dice una clasificación elaborada por la ONG australiana Fund for Peace, que indicó las 100 personas más pobres del mundo, la Bottom 100.


Una manera de responder a la famosa clasificación que todos los años hace la revista estadounidense Forbes, que muestra a los 100 más ricos del planeta. La ONG explica su actitud: “Es demasiado fácil pensar en los millones de pobres que existen en el mundo de manera abstracta. Esperamos que dando luz sobre un número reducido de pobres lograremos darle un rostro al sufrimiento y la desigualdad que mata a tanta gente”.


Ser la contracara del ránking de Forbes es sólo un pretexto para dar un cachetazo a la opinión pública y que la misma se entere que en el mundo hay 800 millones de hambrientos, según la última estimación de las Naciones Unidas. Cada uno de ellos vive con menos de un dólar al día.


Detrás de Mary, está Prem Bahadur Lama. Este nepalés de 45 años es la segunda persona más pobre del mundo. Trabaja 10 horas al día llevando sobre sus espaldas un canasto lleno de rocas. Por este transporte recibe 4 dólares al día. Vive en una choza en Pokhara, una villa miseria. Tiene esposa y tres hijos. Sus únicas propiedades son: un reloj pulsera, la ropa y el cesto para cargar las piedras.


Ellos no son parte de los 100 más ricos del mundo. Son parte de la otra cara. De los que nada tienen.

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