MARIA ALTIMIRA
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Valencia

EL PAÍS – 31 – 03 – 2006

La lucha de siete mujeres, procedentes de distintos puntos del planeta, contra la desigualdad de género centró ayer la conferencia Mujer y desarrollo, en el marco del Foro de la Alianza Mundial de las Ciudades contra la Pobreza. Las ponentes, procedentes del campo de la investigación, de la política e integrantes de ONG coincidieron en señalar la educación y el trabajo como las claves para la consecución de su objetivo.

“La mujer debe alcanzar un protagonismo real en la sociedad actual”, afirmó Nicolás Castellano, premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1998, durante el turno de intervenciones de la conferencia. Pero las estadísticas, sobre todo las que hacen referencia a los países en vías de desarrollo, auguran un arduo camino por recorrer para conseguirlo. El caso de Colombia no es una excepción.

“La mujer negra, indígena y campesina es la que se encuentra en la peor situación”, asegura la colombiana Elva María Bermúdez, investigadora del Instituto Valenciano de la Mujer. La participación del sexo femenino en el mercado de trabajo colombiano sigue siendo muy inferior a la del hombre. “Mientras el índice de ocupación femenino es de un 56%, en el colectivo masculino alcanza un 77%”, afirma Bermúdez. La actuación de las guerrillas en el territorio añade otro tipo de problemáticas, como el desplazamiento forzado: un 55% de los desplazados son mujeres. También la violencia sexual por parte de estos grupos ilegales. La participación femenina en la esfera política sólo representa un 20%.

La marroquí Rajae Elkshami, que hace el doctorado en el Instituto Valenciano de la Mujer, también utilizó porcentajes relativos a la presencia femenina en el mercado laboral para hablar de discriminación. “En el ámbito urbano de Marruecos, solo el 23% de las mujeres trabajan, mientras que en el ámbito rural la cifra se sitúa en un 41%”.

La educación también explica la desigualdad entre sexos existente en este país. En el ámbito rural, el 30% de las niñas de edades comprendidas entre 8 y 13 son escolarizadas. El porcentaje de niños, en cambio, asciende al 60%.

En el acto también asistieron la alcaldesa de San Rafael, en Filipinas, Mary Jane Ortega; Cecilia Villaroel, representante de la ONG Entre – culturas y la científica Pilar Mateo, entre otras. La consejera de Participación y Cooperación, Gema Amor, se encargó de presentar el acto, el último del segundo día del foro de la pobreza.