tras la cumbre celebrada en Bruselas

Una UE a la defensiva pide a Londres que aclare su propuesta sobre los residentes

Merkel y Macron escenifican el liderazgo franco-alemán de la Unión Europea con una rueda de prensa conjunta

Deia, , 24-06-2017

Bruselas – La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró ayer que la propuesta de la primera ministra británica, Theresa May, para garantizar los derechos de los ciudadanos comunitarios en Reino Unido tras el Brexit es un “buen punto de partida”, pero no supone un “gran avance”. “Ayer tuvimos una primera discusión muy general en la que se nos dijo que después de cinco años de residencia, los ciudadanos podrían permanecer permanentemente en Reino Unido. Es un buen comienzo, pero no es el gran avance”, dijo Merkel en una rueda de prensa conjunta con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al término de la cumbre europea celebrada en Bruselas. Macron, que asintió ante la afirmación de la canciller, confirmó que comparte su opinión y aseguró que la voluntad de París y Berlín es “coordinarse muy estrechamente y tener una sola voz común en (las negociaciones del) Brexit.

Merkel aseguró que los Veintisiete quieren “continuar trabajando de común acuerdo”, pero subrayó que la discusión mantenida con May, en la que esta les informó de sus intenciones con respecto a las negociaciones, reveló que los socios europeos tienen “un largo camino por delante”. “Los Veintisiete, Alemania y Francia deberán concertarse muy estrechamente para que no nos alejemos, para mostrar claramente nuestros intereses”, dijo Merkel, quien advirtió de que habrá consecuencias si el Reino Unido no garantiza las cuatro libertades de circulación (personas, capitales, bienes y servicios). “Si no hay garantías para las cuatro libertades, el resultado debe ser que haya consecuencias sobre la relación futura entre el Reino Unido y los Veintisiete”, afirmó la canciller germana, para añadir que hasta el momento Londres ha hecho comprender que no dará garantías en las cuatro áreas.

May dijo a los líderes que no se pedirá a ningún ciudadano de la UE que vive actualmente de forma legal en el Reino Unido que deje el país en el momento del Brexit, y que todos los ciudadanos europeos que residan legalmente al producirse la desconexión de la Unión tendrán la oportunidad de regularizar su estatus.

Merkel y Macron insistieron en que la prioridad de los socios que se quedan en la Unión será trabajar por el futuro de la misma. “Todos son conscientes de que la organización futura del trabajo de los Veintisiete tiene que imponerse y ser prioritario a las negociaciones para la salida del Reino Unido. Eso no quiere decir que las negociaciones no deban ser conducidas intensivamente, sino que debemos ocuparnos de nuestro futuro común”, dijo Merkel. “Ya tenemos mucho trabajo para hacer Europa más fuerte y unificada”, añadió Macron. Y es que la Unión Europea en su conjunto acogió con recelo la oferta presentada por la primera ministra británica, Theresa May, en relación con los ciudadanos europeos que residan en el Reino Unido tras el Brexit y pidió a Londres que aclare los derechos que les serán reconocidos y la manera de resolver posibles disputas. Los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean – Claude Juncker, se mostraron abiertamente críticos con las ideas adelantadas por May a sus homólogos europeos en la primera sesión de la cumbre.

El Reino Unido tiene previsto presentar oficialmente los detalles de esa propuesta el próximo lunes. “Mi primera impresión es que la oferta del Reino Unido está por debajo de nuestras expectativas”, indicó Tusk en una rueda de prensa al término de la cumbre, y añadió que “corre el riesgo de empeorar la situación de los ciudadanos”. “Nuestro papel durante las negociaciones será reducir ese riesgo”, añadió.

“No es suficiente” Por su parte, Juncker dijo que la propuesta “es un primer paso, pero no es suficiente” y añadió que le parece “inimaginable” que el Tribunal de Justicia de la UE quede excluido de cualquier acuerdo sobre los ciudadanos en relación con el Brexit, como piden los británicos.

May avanzó el jueves algunos de los elementos de la propuesta, que plantea que el Reino Unido reconocerá el derecho de quedarse a los europeos que hayan residido de forma legal en el Reino Unido durante cinco años cuando llegue la fecha que se fije para la ruptura. Los que no lleguen a los cinco años podrán seguir en territorio británico hasta que puedan demostrar que han completado el plazo y disfrutar así de una residencia permanente.

El primer ministro maltés, Joseph Muscat, cuyo país preside este semestre la UE, indicó en rueda de prensa que la propuesta de May tiene lagunas, como el hecho de que “los ciudadanos que lleguen en cierta fecha serán tratados de diferente manera que los que lleguen en otra”. Por su parte el primer ministro belga, Charles Michel, calificó la propuesta británica de “ambigua” y confió en que sus detalles técnicos sean concretados la próxima semana.

Al margen de hablar del Brexit, los líderes de la Unión aprobaron unas conclusiones sobre el comercio internacional que inciden en la necesidad de mantener unos “mercados abiertos”, pero piden a la vez instrumentos de defensa comercial “modernos, compatibles con la Organización Mundial del Comercio” (OMC) para mejorar la capacidad de la UE de combatir la competencia desleal.

También debatieron la manera de frenar los flujos migratorios por el Mediterráneo central, que siguen siendo altos pese a las medidas ya adoptadas, y acordaron reforzar la cooperación con los países de origen y tránsito y hacer más esfuerzos para “lograr verdaderos progresos en la política de retorno y readmisión”. La UE reafirmó asimismo la necesidad de concluir la reforma del régimen europeo de asilo común. – Efe

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