Detenciones y registros en Bilbao para desarticular una red nigeriana de trata de mujeres

La Policía Nacional ha arrestado en cinco ciudades españolas a 18 personas implicadas en la banda, que traía a Europa a las africanas para explotarlas sexualmente y obligarlas a robar en distintos países

El Correo, solange vázquez, 24-06-2017

La Policía Nacional ha desarticulado una organización nigeriana dedicada a la trata y explotación sexual de mujeres con la detención en Bilbao y en otras cuatro ciudades españolas de 18 implicados. Según han informado fuentes policiales, los arrestos se han producido en Madrid, Tenerife, Cáceres y Benidorm, además de en la capital vizcaína, donde se han interceptado a varios miembros y se han realizado registros en viviendas. Durante la investigación, los agentes se han incautado de 18.800 euros en efectivo, diversa documentación, teléfonos móviles y material informático que les ha ayudado a desmantelar la red internacional, que actuaba en España, Italia, Alemania y Bélgica.

Al parecer, la banda captaba a las chicas en Nigeria, donde eran sometidas a rituales de vudú para doblegar su voluntad antes de trasladarlas a Europa, donde las obligaban a ejercer la prostitución y cometer pequeños hurtos en la vía pública. Sobre todo, las hacían delinquir en zonas de gran afluencia turística, como el sur de Tenerife, donde las mujeres pretendían lograr dinero para saldar la deuda contraída con la organización lo más rápido posible. Pero si no obtenían suficiente, eran enviadas a otros países europeos para seguir siendo explotadas de una u otra manera.

«Las investigaciones se iniciaron cuando la Policía detectó que una menor de edad, que acudió a dependencias policiales para solicitar asilo, podría estar siendo víctima de trata», han desvelado fuentes policiales. Por este motivo, los agentes iniciaron gestiones que llevaron a la identificación de una pareja de nigerianos residentes en la localidad madrileña de Alcalá de Henares como posibles cabecillas de una red. Según apunta la Policía Nacional, «la mujer era la encargada de aleccionar a las víctimas para solicitar asilo y así poder prolongar su estancia en nuestro país».

Las víctimas eran captadas en Nigeria por personas cercanas a los explotadores en España que las acompañaban en todo el trayecto terrestre hasta Libia, desde donde eran llevadas hasta Italia a bordo de embarcaciones precarias, utilizadas también por otras redes de trata de seres humanos. Una vez en el país europeo, eran atendidas en distintos centros de inmigrantes, hasta que de nuevo eran contactadas por la organización y traídas a España por vía aérea y por mediación de otros miembros de la red, cuyo rol era el de acompañar a las mujeres y facilitarles la entrada a nuestro país haciendo uso de documentos falsificados o auténticos facilitados por otras personas. Así, accedían a España usurpando la identidad de otras personas con rasgos similares.

35.000 euros de deuda

En el curso de la investigación se pudo constatar cómo otra de las víctimas viajó desde Tenerife a Madrid para alojarse en casa de los principales inculpados. Los agentes comprobaron que había sido captada por la organización un año y medio antes cuando contactaron con ella en Nigeria y le ofrecieron venir a España, con lo que asumía una deuda de 35.000 euros con los proxenetas. Antes de iniciar el viaje, la chica fue sometida a un rito de vudú en su país de origen para asustarla y obtener una garantía sobre el pago de la deuda. Además, la habían amenazado de muerte si denunciaba los hechos o incumplía lo acordado.

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