El Gobierno francés no va a permitir que se cree en Calais un nuevo campamento de inmigrantes que tratan de cruzar de forma irregular el Canal de la Mancha para llegar al Reino Unido y considera que Londres debe pagar más para reforzar allí las medidas de seguridad.

En una entrevista publicada hoy por “Le Figaro”, el ministro francés de Interior, Gérard Collomb, constató que “la situación política” en el Reino Unido puede “retrasar un poco” las negociaciones sobre la aplicación de los acuerdos bilaterales de Le Touquet, que prevén el control fronterizo para la travesía del Canal de la Mancha en el puerto francés de Calais.

Collomb señaló que trasladar la frontera al Reino Unido sería “complejo” y “bloquearía el funcionamiento del túnel” ferroviario submarino, pero al mismo tiempo avanzó que habrá que “encontrar condiciones más favorables para asumir un cierto número de costos en Francia”.

En concreto, dijo que hacen falta medidas de seguridad “suplementarias” en Calais, tanto en el puerto como en las infraestructuras ferroviarias y los alrededores de las autopistas en las que grupos de inmigrantes tratan de detener el paso de camiones para subirse a los vehículos e intentar pasar de forma clandestina el Canal de la Mancha.

El titular de Interior tiene intención de ir a esa ciudad en los próximos días para abordar la cuestión de los inmigrantes con “el conjunto de las partes implicadas”, después de la polémica por las denuncias de malos tratos a manos de las fuerzas del orden el mismo Defensor del Pueblo habló la semana pasada de condiciones “inhumanas”.

Advirtió de que tienen que saber que si se reconstruyera el campamento conocido como “la jungla”, donde llegaron a concentrarse miles de personas, “la situación sería todavía más indigna”.

“Sería la quiebra de un sistema”, insistió después de recordar que desde el desmantelamiento de “la jungla” en octubre pasado “la presión ha disminuido singularmente” y en la actualidad “se habla de 300 a 400 personas presentes”.

Más allá del problema puntual de Calais, el titular de Interior afirmó que “la verdadera política de control de los flujos” de inmigrantes irregulares hay que hacerla con los países de origen y de tránsito en África.

Por eso, dijo que había recibido últimamente a su homólogo de Burkina Faso, y que los dos países van a trabajar para intentar desmantelar las redes de tráfico de personas.

Además, “en las próximas semanas” va a ir a ver a los responsables de Interior de los países del África francófona para discutir con ellos de esa cuestión.