No todo se puede comprar con dinero. El tiempo es el bien más preciado en la iniciativa que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Durango, desde el área de Acción Social e Inmigración, en colaboración con el la Cruz Roja, a fin de favorecer las redes sociales. Sólo se precisa abrir una cuenta de horas en el Banco del Tiempo y detallar los servicios, conocimientos o actividades que se está dispuesto a ofrecer y aquellas que se esperan recibir. Las horas se acumulan cada vez que se colabora con una prestación y se canjean cuando se necesitan.

La concejala de Acción Social, Empleo e Inmigración, Pilar Ríos, animó ayer a la ciudadanía a tomar parte en este proyecto que trata de «ayudar a resolver los pequeños problemas a los que se enfrenta la ciudadanía en el día a día, pero sobre todo a fomentar la solidaridad y la ayuda mutua». El intercambio de servicios, según detalló, abarca distintos ámbitos como el cuidado del cuerpo y la salud, las tareas domésticas y el asesoramiento informático y en las nuevas redes. También permite ayudar a mejorar las técnicas de estudio ya ofrecer formación en diferentes disciplinas hasta compartir actividades de ocio y tiempo libre, como un simple paseo en bicicleta.

Además de fomentar la amistad, ayudar a la conciliación de la vida laboral y familiar entre hombres y mujeres, el Banco del Tiempo sirve como una importante herramienta en la inclusión social para aquellas personas de fuera. «Muchas veces pensamos como ayudar a otras personas y en nuestro pueblo hay gente que la necesita, esta es una oportunidad para hacerlo», comentó Ríos. La concejala de Acción Social destacó durante la presentación en el Ayuntamiento que esta experiencia potencia el intercambio intergeneracional y mejora la autoestima de quienes participan.

La técnica de Inmigración, Verónica Redondo, destacó la clave de inclusión que supone el Banco del Tiempo, que se gestó hace un año dentro de la experiencia ‘Aprendizaje y Servicio’. «Nos hemos informado de la experiencia que llevan a cabo otros municipios para adaptarla a Durango», precisó Carmen Artolabeitia, una de las cuatro voluntarias que forman parte del equipo gestor del proyecto.

Su compañera del grupo ‘Beba’ Bossio resaltó que «es una manera de integrarse y relacionarse. Puedes compartir un conocimiento y enriquecerte con los de los demás».

En representación de Cruz Roja, Goizalde Errazti señaló que su sede, ubicada en la calle Zabale de Durango, informará sobre el proyecto dos días a la semana a todas aquellas personas interesadas. Además, la iniciativa se presentará en un acto público, que tendrá lugar el próximo martes a las siete de la tarde en el elkartegi. Una vez que se reúna a una veintena de colaboradores, se procederá a generar confianza dentro del grupo para que den comienzo los intercambios.