Juan José López García sabe que la sonrisa de un niño no tiene precio. Como de ello tampoco tienen duda el resto de miembros de la asociación que preside. Se trata de Sonrisa Saharaui, una institución que presta ayuda humanitaria en los ámbitos económico, social, sanitario y cultural a la población refugiada saharaui. Además, impulsan cada año la campaña Vacaciones en Paz. Y lo de paz no es una palabra bonita. Gracias a este programa las familias murcianas pueden acoger a menores en verano para evitar las temperaturas infernales del Sáhara, para ofrecerles una revisión sanitaria completa y una alimentación equilibrada. A cambio recibirán lo más valioso que atesoran estos pequeños: sus sonrisas.

- ¿Sobre qué trata el programa ‘Vacaciones en Paz’?

- Consiste en acoger a un niño o niña refugiado de los campamentos de Argelia durante el verano para evitarles la temperatura del desierto, ofrecerles una revisión médica completa y una alimentación que compense su déficit nutricional.

- ¿A qué se achaca ese déficit en la nutrición?

- A que los más de 100.000 saharauis refugiados se alimentan gracias a la cooperación internacional, a través del Banco Mundial de Alimentos, aunque en su cesta básica apenas hay proteínas y productos frescos.

- ¿Cómo son estos pequeños?

- Hablan árabe, aunque el castellano lo estudian en el colegio. Están acostumbrados a jugar con otros niños en la calle, lo que ocurría aquí hace 40 años. Sobre todo son muy despiertos y muy alegres.

- ¿Qué familias pueden participar en el programa?

- Cualquiera que tenga tiempo para invertirlo en ofrecer la experiencia de vivir en nuestra vida acomodada y para disfrutar algo especial, único y emotivo. Debe contar con una vivienda y recursos mínimos para acoger.

- ¿Cuál es la experiencia que tienen de otros años?

- Más de ochenta menores convivieron con familias murcianas el verano pasado. Hace años venían muchos más, pero la crisis afectó de una manera importante a este programa. De hecho, muchos menores se quedan sufriendo el verano en el desierto.

- ¿Qué se les ofrece a los niños en Murcia?

- Una alimentación adecuada, revisión médica, además de revisión ocular y auditiva, que se hace necesaria por las tormentas del desierto, una revisión dental completa y mucho cariño. Pero lo que reciben las familias supera con mucho lo que se llevan los menores.

- ¿Cómo se financia este programa? ¿Es fácil?

- Hace años se hacía con subvenciones, que ahora son escasas. Nos ayudan los ayuntamientos de Cartagena, Lorca, San Javier, Águilas y Yecla. Este año es posible que sumemos al de Murcia. Ojalá contáramos con ayudas del Gobierno regional, como ocurre en otras comunidades.

- ¿Qué les cuesta a las familias?

- Solo les pedimos un anticipo de 450 euros para el vuelo, que después devolvemos total o parcialmente con las subvenciones y donaciones recibidas.

- ¿Cree necesario impulsar este tipo de iniciativas en la Región?

- La vida es muy dura para mucha gente. Estoy convencido de que la diferencia entre lo que hacemos y lo que podríamos hacer eliminaría las desigualdades del mundo. ¡Qué bueno sería aumentar estos programas para garantizar una infancia feliz a todos los niños!

- ¿Se puede visitar a los pequeños en los campamentos de refugiados una vez que se han marchado?

- Todos los años se organizan viajes a los campamentos para convivir con el menor y su familia. Es una experiencia inolvidable, una bofetada de realidad.

- ¿Son los murcianos solidarios y acogedores?

- Sin duda que lo son. No obstante estamos abiertos a cualquier familia que quiera vivir esta experiencia solidaria. Si se animan nos pueden encontrar en una página llamada sonrisasaharauirm.wordpress.com

- Sonrisa saharaui, ¿por qué eligieron este nombre?

- Porque es lo que más nos impresiona: esa sonrisa y esa felicidad que tienen, a pesar de lo que les ha tocado vivir.