El Papa 'convierte' a Trump

«Dejo el Vaticano más determinado que nunca a trabajar para lograr la paz en este mundo», asegura el presidente de EE UU

Diario Sur, DARÍO MENOR , 25-05-2017

El hombre más poderoso del mundo y la persona que probablemente mejor representa hoy la conciencia de la humanidad se vieron ayer por primera vez las caras durante 27 minutos en el Palacio Apostólico del Vaticano. Aunque mantienen posturas antagónicas en temas cruciales como la inmigración o la protección del medio ambiente, Donald Trump y el papa Francisco mantuvieron un encuentro cordial y sin aristas en el que vuelve a quedar de manifiesto la capacidad de atracción con que cuenta Jorge Mario Bergoglio.

El presidente de Estados Unidos comenzó la audiencia diciendo que era «un honor» tener frente a él al obispo de Roma y terminó dando muestras de que podría haberse sumado al ejército de adeptos al Pontífice argentino. «Gracias, gracias. No olvidaré lo que me ha dicho», se despidió de él, para escribir más tarde en las redes sociales: «Honor de toda una vida conocer a Su Santidad el Papa Francisco. Dejo el Vaticano más determinado que nunca para lograr la paz en nuestro mundo».

El Pontífice no se cortó y durante su conversación con Trump sacó el tema de la inmigración. Es lo que refleja el comunicado vaticano posterior a la audiencia, un texto en el que con exquisita diplomacia se ponen de manifiesto los puntos de acuerdo y aquellos en los que las posturas están distanciadas. Durante la campaña electoral que acabó llevando al empresario a la Casa Blanca, ambos se cruzaron críticas a cuenta del proyecto para levantar un muro entre Estados Unidos y México. El Papa dijo que «no es cristiana» la persona que piensa en levantar muros y no puentes, mientras que el candidato republicano le respondió llamándole «hombre político» y «títere» en manos de los intereses migratorios mexicanos.

Ayer ambos desearon una «colaboración serena entre el Estado y la Iglesia católica»,que como recordó la nota ofrecida por la Santa Sede, está «comprometida» en el servicio a la población en los campos de la salud, la educación y la asistencia a los inmigrantes. Este compromiso ha llevado a un varios obispos e incluso a cardenales estadounidenses a criticar con dureza la política migratoria de Trump.

Mejor que con Obama

El magnate llegaba a Roma, capital de la cristiandad, después de visitar Arabia Saudí e Israel, principales aliados de Washington en Oriente Próximo, pero centros además del mundo musulmán y judío. Trump mostraba así que las religiones son cruciales para resolver hoy los conflictos del mundo. De ello habló precisamente con Francisco. Ambos coincidieron en que las dos herramientas claves para promover la paz, sobre todo en Oriente Próximo, son «la negociación diplomática y el diálogo interreligioso».

El mandatario y el líder católico encontraron otro punto común en el mutuo compromiso a favor de la libertad religiosa y de conciencia, un asunto en el que saltaron chispas entre la Iglesia y la anterior Administración. Una parte de los cristianos estadounidenses consideraron que estos principios estaban en peligro con la reforma sanitaria impulsada por Barack Obama.

La búsqueda de la paz también estuvo presente en el intercambio de regalos al final de la audiencia. Francisco le dio la medalla con una imagen de un olivo, símbolo de la paz, que suele entregar a los jefes de Estado, además de una edición firmada del texto que escribió con motivo de la Jornada Mundial de la Paz 2017. «Espero que sea usted un instrumento de paz», le dijo en español a Trump, quien respondió en inglés: «Lo leeré».

El Papa también le regaló sus tres principales documentos magisteriales, entre ellos la encíclica &lsquoLaudato si&rsquo, dedicada a la protección del medioambiente. El magnate, por su parte, le entregó una colección de los cinco libros escritos por Martin Luther King, un autor que el Pontífice suele citar con frecuencia, además de una pieza del monumento de granito que honra al reconocido activista afroamericano en Washington.

Últimas citas

Tras la audiencia con el Pontífice, Trump mantuvo una reunión de 50 minutos con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, acompañado por el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, el &lsquoministro de Asuntos Exteriores&rsquo de la Santa Sede. Más tarde visitó al presidente italiano, Sergio Mattarella, y se entrevistó con el primer ministro de este país, Paolo Gentiloni. Antes de esta última cita, dijo a los periodistas que su reunión con Francisco había sido «fantástica».

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