El acusado de matar a su pareja en Ansoáin confiesa el crimen y acepta 17 años de cárcel

Reconoce que actuó de forma "sorpresiva y sin darle opción de defensa", además de no hacer nada para auxiliarla

Diario de Noticias, 29-03-2006

pamplona. De forma inesperada, el dominicano Salvador Antonio Flores Peguero, de 45 años, modificó ayer la declaración exculpatoria que prestó el lunes ante el tribunal del jurado y se confesó culpable del asesinato de su compañera , la ecuatoriana Dora Angulo Guagua, a la que apuñaló por la espalda de forma “sorpresiva y sin darle posibilidad de defensa” en su domicilio de Ansoáin. De este modo, se conformó con la pena de 17 años de prisión que solicitaba la fiscal para él como autor de un delito de asesinato.

El juicio por este crimen quedó ayer finalizado después de que el acusado cambiara el testimonio que prestó en la primera sesión de la vista, y que es el mismo que ha mantenido durante tres años, desde el día en que ocurrieron los hechos, el 1 de abril de 2003. En este sentido, el procesado siempre había sostenido que actuó en defensa propia para responder una supuesta agresión de su pareja, que le habría intentado acuchillar movida por los celos, según dicha versión.

Sin embargo, cuando ayer estaba previsto que comenzara la prueba testifical, las partes alcanzaron un acuerdo después de que el acusado modificara su testimonio y se reconociera culpable de los hechos que le imputaban tanto la fiscal, como la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, que tenía 39 años cuando fue asesinada.

Así, y a preguntas de la fiscal, el procesado reconoció “total y plenamente” que asesinó a su compañera clavándole un cuchillo cuando estaba de espaldas, “de forma inesperada, sorpresiva, súbita, y sin darle opción alguna de defensa”, además de no haber hecho nada para auxiliarla ni para facilitar la investigación de los hechos.

La fiscal alabó la labor “tan importante” realizada en la sesión del lunes por parte del jurado popular, compuesto por siete hombres y dos mujeres, los cuales, según añadió, con las preguntas “con mucho sentido común” que le efectuaron “han llevado al acusado a reconocer los hechos”.

La acusación particular, que pedía inicialmente 23 años de cárcel, subrayó en la “situación de debilidad” en la que estaba la víctima cuando fue asesinada ya que había sido operada de vesícula días antes, además de considerar al Estado responsable civil subsidiario debido a que el acusado estaba en libertad condicional cuando cometió el delito.

en el domicilio Salvador Antonio Flores Peguero admitió que en la tarde del día 1 de abril de 2003 llegó sobre las 19.00 horas al domicilio que compartía con Dora Angulo Guagua en Ansoáin, al que se habían mudado dos días antes del crimen. Según relata el escrito del fiscal, fue sobre las 20.30 horas cuando el procesado se quedó a solas con su compañera, momento en el que se dirigió hasta la cocina, donde, al parecer, se inició una discusión entre ambos en el transcurso de la cual el acusado cogió un cuchillo de cocina de 31,5 centímetros de hoja con el que persiguió a la mujer hasta el salón.

Allí, de forma “claramente intencionada”, recalca la acusación, y sin dar a la víctima posibilidad de defenderse, le asestó en la espalda una puñalada que le penetró unos 17 centímetros, lo que provocó que la mujer gritara con “tanta intensidad” que los gritos fueron oídos por sus vecinos. Después de sufrir la cuchillada, Dora Angulo se dirigió a la cocina, si bien no pudo acceder a ella ya que se desplomó en la puerta del salón donde instantes después falleció.

Seguidamente, el procesado, utilizó el mismo cuchillo con el que acababa de matar a su pareja para realizarse unos cortes en el cuello para intentar aparentar que tales lesiones se las había ocasionado la víctima. Posteriormente se dirigió de nuevo a la cocina hasta el cajón de los cuchillos de donde cogió otro de mesa de 22,5 centímetros que colocó junto al que había utilizado para matar a la mujer.

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