Más de 10.000 demandantes de asilo y refugiados pasaron por el centro humanitario de acogida temporal del norte de París desde que abrió sus puertas en noviembre del año pasado, anunció hoy el Ayuntamiento de París.

El Consistorio destacó en un comunicado la labor de la instalación, pero también recordó que “no es más que una parte de la solución” y que la crisis migratoria necesita una respuesta a nivel nacional.

El centro fue creado a iniciativa de la alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo, con la intención de poner fin a los campamentos improvisados en el norte de la ciudad, que surgieron debido a los “flujos migratorios de una amplitud inédita” vividos en Europa los dos últimos años.

“El buen funcionamiento del centro depende de la fluidez con la que el Estado orienta” a los demandantes de asilo “hacia los alojamientos repartidos por el territorio francés”, recordó Hidalgo.

En estos momentos, “el Estado se ocupa del 75 % de las personas acogidas” en el establecimiento situado en el norte de la capital “durante los diez días posteriores a su llegada”, una cifra que debe aumentar hasta el 100 %, señaló el Ayuntamiento.

Situadas en el perímetro norte de París, las instalaciones tienen una capacidad para acoger a únicamente a hombres (400) por una duración de entre cinco y diez días.

Para mujeres, hombres solos, familias y menores sin compañía, el Ayuntamiento proporcionó en el sur de la capital otro centro, abierto el pasado enero.

Otros centros de este tipo deben abrir “urgentemente” para prevenir la aparición de nuevos campamentos urbanos, explicó el concejal de Solidaridad, Dominique Versini.

El pasado 9 de mayo, cientos de inmigrantes instalados en las proximidades del centro de acogida, entre los que había eritreos, afganos, sudaneses, y gitanos del este de Europa, fueron desalojados por la policía desde primera hora de la mañana.