Pesca de día, cayucos de noche

Canarias 7, 28-03-2006


Enviada Especial/Nuadibú

En una pequeña playa no muy lejos del puerto artesanal los pescadores se afanan a la luz del día en despedazar cazón. Ahí mismo, al caer la noche, cuando la oscuridad impide ver la mano frente a los ojos, grupos de inmigrantes clandestinos salen de las sombras y se adentran en el mar rumbo a Canarias.

En una pequeña playa no muy lejos del puerto artesanal los pescadores se afanan a la luz del día en despedazar cazón. Ahí mismo, al caer la noche, cuando la oscuridad impide ver la mano frente a los ojos, grupos de inmigrantes clandestinos salen de las sombras y se adentran en el mar rumbo a Canarias.


En Nuadibú hay varios lugares estratégicos para la salida de cayucos, bien conocidos por quienes esperan su oportunidad para irse y fácilmente localizables para quien tenga interés en hacerlo. En algunos casos los que se van a subir a la barquilla esperan agazapados entre las rocas y en otros se esconden en viejas casetas, con la complicidad de los pescadores que les organizan la escapada a cambio de un buen pico.


Aquí no funcionan las redes de traficantes organizadas al estilo de las que operan en Marruecos. Según las autoridades mauritanas, las mafias intentaron meter baza al principio del boom migratorio en Nuadibú, pero cuando los inmigrantes comprobaron que estaban siendo víctimas de engaño con demasiada frecuencia – les vendían gasolina mezclada con agua o GPS estropeados, lo que es casi lo mismo que condenarlos a la muerte – , ellos mismos comenzaron a organizarse. Más barato y menos riesgo.


La cotización del viaje sigue al alza. Uno de los grupos que partió en la madrugada del domingo pagó 1.300.000 ouguiyas por el viejo cayuco (unos 4.300 euros, más del doble que hace quince días), 900.000 ouguiyas (3.000 euros) por el motor, 200.000 ouguiyas (700 euros) por la gasolina y 100.000 ouguiyas (350 euros) por la comida. Luego hay que dar su parte a quienes les organizan la salida, les indican el día y el mejor momento de echarse al mar y se las arreglan para que nadie les moleste. A la policía le sale rentable mirar para otro lado.


Todo es muy rápido. El pescador de turno llega con la embarcación al punto acordado y a una señal luminosa un grupo de 45 subsaharianos pertrechados con chalecos salvavidas, ocultos hasta entonces en una especie de chabola, se acercan con sigilo a la orilla y saltan dentro de uno en uno. El que va a ejercer de patrón los distribuye para compensar el peso. En cuestión de minutos el cayuco se ha perdido en la noche oscura.


negocio. Es un negocio redondo. En Nuadibú ya son muchos los que están dejando de ir a la pesca, hasta ahora su modo de ganarse la vida, porque los clandestinos son un filón y aún hay miles a la espera. El alcalde de la ciudad, Mohamed Cherif, considera que como primera medida de impacto es indispensable organizar patrullas de control que vigilen en tierra las más de 5.000 piraguas salpicadas a lo largo de los más 700 kilómetros de costa de Mauritania.


«Si se ejerce un control sistemático sobre las embarcaciones, con equipos de personas pagadas expresamente para ello, lograremos frenar la avalancha», señala, «porque si les impedimos el acceso al medio de transporte, los clandestinos no pueden hacer nada». Pero para esa ardua tarea haría falta ayuda externa, y mucha, porque la situación de las fuerzas de seguridad mauritanas va más allá de la precariedad.


La situación desborda por completo a las autoridades, que niegan que hubiese posibilidad alguna de prever la avalancha. «Nuadibú siempre ha sido un puerto de tránsito», asegura Cherif, «pero esta llegada de inmigrantes de países del sur que quieren ir hacia Canarias es un fenómeno nuevo, que data de los últimos veinte días y que no habíamos detectado, porque senegaleses y malienses se pueden mover con libertad por Mauritania».


El alcalde recuerda que tras la explosión del fenómeno, Mauritania ha activado la alerta de control de fronteras, para hacer frente al problema propio y por «buena vecindad con España», especialmente con las Islas Canarias.

nuevos traslados a mauritania


Lunes. Hoy de madrugada salió un nuevo avión con destino a Mauritania con un grupo de 60 inmigrantes irregulares en su interior. Acompañándoles, han viajado 100 agentes de policía para cuidar que el trayecto transcurra sin problemas.


Miércoles. Mañana también partirá de las Islas otro avión con otro grupo de 60 inmigrantes. De esta manera, queda cumplida la promesa del Gobierno de la Nación de repatriar a 170 inmigrantes lo antes posible.


Garantías. El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, afirma que los traslados se están efectuando «con todas las garantías» y que todos los inmigrantes «están perfectamente identificados». Segura explica que España colabora estrechamente con Mauritania en la defensa y protección de los derechos humanos de estas personas.

TEGUISE TAMPOCO QUIERE EL CENTRO DE RETENCIÓN

(Foto: canarias7)AMPLIAR

Domingo Cejas.


n El municipio de Teguise acaba de unirse a la polémica sobre la ubicación de un futuro centro de retención en Lanzarote, isla que actualmente no cuenta con infraestructura alguna de este tipo, después de que el juez cerrara las instalaciones del aeropuerto cedidas por Aena por falta de condiciones sanitarias. El concejal de Urbanismo del consistorio teguiseño, Domingo Cejas, aseguró que tampoco los vecinos de este pago quieren contar con un centro de rechazados. Cabe señalar que Tahíche mantiene en su suelo la prisión que da cobertura a las islas e Lanzarote y Fuerteventura y que en estos momentos se está ampliando. El edil de la villa ha salido así al paso de las propuestas que en la última reunión con los vecinos de Güime (San Bartolomé) mantuvieron el viernes las autoridades locales y estatales. En el citado encuentro, «quedó muy clara la postura en contra de estos vecinos y de su Ayuntamiento, que tampoco da licencia de construcción para que la infraestructura vaya en suelo del Estado en el antiguo polvorín de los Morros de Güime», explicó ayer la presidenta del Cabildo, Inés Rojas.


La reacción de San Bartolomé parece no haber sentado bien en Teguise, que también dice negarse a acoger el centro. Rojas cree, por el contrario, que «hablando con tranquilidad, podemos llegar a un acuerdo», para lo que el Cabildo cedería a Interior un solar aledaño a la prisión de Tahíche.

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