El Gobierno francés presentó hoy un programa experimental con 1.000 refugiados para su inserción laboral, que incluye un acompañamiento para garantizarles alojamiento, así como formación lingüística y profesional.

El dispositivo, que tomará como base un primer test efectuado ya con 200 refugiados en las regiones de Île de France y Hauts de France), se aplicará en todo el territorio metropolitano francés, explicaron en un comunicado conjunto los ministerios de Interior, Trabajo y Vivienda.

Los titulares de esas tres carteras, Matthias Fekl, Myriam El Khombri y Emmanuelle Cosse, respectivamente, firmaron un acuerdo marco para aplicarlo junto al Fondo Paritario para Asegurar los Recorridos Profesionales (FPSPP), el organismo público del desempleo (Pôle Emploi) y la Oficina Francesa de Inmigración e Integración (OFII).
El objetivo es conseguir que los beneficiarios del derecho de asilo escogidos tengan un “acceso perenne al empleo y a la vivienda para su integración en la sociedad francesa”.

La fase previa dotará a los refugiados de las “bases” de la lengua francesa. A continuación están previstos ocho meses que deben permitir “la construcción de un proyecto profesional”, y que irán acompañados de una formación con un certificado.