El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, y varios altos cargos del Partido Demócrata (PD) pidieron hoy investigar y no generalizar los ataques que en los últimos días han sufrido las ONG que rescatan refugiados en el Mediterráneo.

La polémica ha surgido recientemente después de que el dirigente del italiano Movimiento Cinco Estrellas (M5S) Luigi di Maio describiera el domingo como “taxis del Mediterráneo” a las organizaciones humanitarias que operan en esta zona y pidiera aclarar sus fuentes de financiación.

A sus declaraciones se sumaron las del fiscal de Catania (isla de Sicilia), Carmelo Zuccaro, que afirmó que algunas ONG podrían estar financiando a traficantes de personas, aunque confesó carecer de pruebas al respecto.

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, dijo hoy que el Gobierno no cuestionará a la Justicia italiana si esta dispone de informaciones creíbles sobre el asunto, pero remarcó que la labor de las ONG en el mar es “valiosa y bienvenida”.

En la misma línea se ha mostrado el ministro de Justicia, Andrea Orlando, que ha pedido no sacar conclusiones precipitadas: “Dejemos que sobre la cuestión de las ONG decidan los actos judiciales”, ha apuntado.

También, el presidente del Senado, Pietro Grasso, ha opinado que es conveniente “hablar de las investigaciones cuando estas hayan concluido y no cuando están en curso”.

Por el contrario, el ministro de Exteriores de Italia, el conservador Angelino Alfano, ha dicho compartir las afirmaciones del fiscal de Catania por haber puesto sobre la mesa un “problema real” y ha animado a la Justicia a investigar la situación.

Las acusaciones contra las ONG han sido replicadas en los últimos días por varias organizaciones, entre ellas Médicos Sin Fronteras (MSF) que se ha mostrado “indignada por estos cínicos ataques”.

El próximo 3 de mayo MSF comparecerá en la Comisión de Defensa del Senado para debatir esta polémica.