La Fiscalía de Barcelona pide tres años de prisión y multa de 3.600 euros para el presidente de Falange Española, Manuel Andrino, y para el presidente de Alianza Nacional, Pedro Pablo Peña, por los discursos que hicieron en la celebración del acto de homenaje a la bandera que se realizó en Montjuic el 12 de octubre de 2013 convocada por la plataforma La España en Marcha. Según el Ministerio Público los acusados hicieron intervenciones ante el público y ante los periodistas en las que presuntamente incitaban al odio contra líderes catalanistas como Artur Mas, Oriol Junqueras o Josep-Lluís Carod-Rovira.En concreto, el escrito de la Fiscalía contra Delitos de Odio y Discriminación indica que “los acusados, guiados por su animadversión y su densa hostilidad contra las personas que profesan o simpatizan las ideas independentistas así como contra personas de ideología anarquista y ‘okupas’, a los que consideran no adversarios sino enemigos, y con el fin de propagar su ideario justificando la violencia como medio de combatirlos e incitando a realizar actos violentos a los asistentes allí concentrados” unos 500 realizaron varios comentarios. De esta forma acusa a Peña de afirmar que “no habrá secesión de Cataluña si no es a base de mucha sangre” o “ya conocemos cual es el camino, el camino a lo mejor es la violencia”. Ante los medios, el acusado afirmó que “para nosotros es tan despreciable ETA, tan enemiga ETA como Carod Rovira, como Junqueras, como Artur Mas, o como cualquiera que promueve un pensamiento separatista, lo condenable no es la acción militar, no es la acción armada, es la acción separatista”, entre otras afirmaciones.
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Por su parte, Andrino aseguró en su discurso que “estamos dispuestos a dar hasta la última gota de nuestra sangre en la defensa de la sagrada unidad de España. Que no lo duden, estamos dispuestos a morir, pero también a matar por España, faltaría más”. También remarcó que el Parlamento del Cataluña ha aprobado una llamada declaración de Independencia y los poderes del Estado no han tomado ninguna medida de fuerza y sin complejos. Yo os digo lo que habría que haber hecho. Al día siguiente, la Guardia Civil tendría que haber ido al domicilio de ese presidente del Parlamento catalán y después de haberle detenido, debía de haberle obligado a que se comiera hoja por hoja esa declaración de independencia, para que con un poco de suerte se hubiera asfixiado".Además, la Fiscalía destaca que en varios autocares que venían de otras partes de España al acto habían 126 miembros de la plataforma La España en Marcha que fueron “identificados y registrados” por llevar símbolos vinculados a movimientos de extrema derecha y neonazis. Según el Ministerio Público 30 identificados tenían antecedentes por delitos violentos.