La Generalitat promete encontrar soluciones para 18 refugiados de la Casa Bloc

La Vanguardia, Agencias, 26-04-2017

El Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia de la Generalitat ha prometido encontrar
soluciones “en todos los casos” a las familias de refugiados del centro de acogida de la Casa Bloc, en el distrito barcelonés de Sant Andreu. Se trata de cinco unidades familiares que deberán dejar su piso en las próximas semanas y no tienen dónde ir.

Han acudido este miércoles por la mañana a la sede de la Secretaría con la intención de reunirse con el secretario general, Oriol Amorós, que estaba de viaje de trabajo a Bruselas. Ante su ausencia les ha recibido el adjunto al secretario, Carles Macian, y un técnico del Comité de personas refugiadas, que se han comprometido a encontrar soluciones a sus casos. La Secretaría de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía ha confirmado que el próximo viernes o el próximo martes Amorós se reunirá personalmente con los afectados.

Las cinco familias
acabarán la primera fase de acogida en un plazo de entre dos semanas y dos meses, cosa que significa que deben encontrar con urgencia una vivienda de alquiler adonde mudarse. Suman en total 18 personas y denuncian que no encuentran pisos en Barcelona asequibles o que el propietario esté dispuesto alquilarles. En muchos casos no tienen nómina y el aval de las entidades que confirma que percibirán una ayuda durante un año no es suficiente para muchos arrendadores y agencias intermediarias.

Amorós ya declaró el martes por la noche en una entrevista a El Punt Avui que “nadie se quedará en la calle” y que “nadie irá a un hostal”, uno de los miedos de las familias. Las familias habían publicado el martes una carta dirigida al secretario de Igualdad donde exponían su problema y recordaban que “en repetidas ocasiones se nos ha manifestado que Barcelona es nuestra casa”. “Sin embargo, nosotros nos sentimos arrojados a la calle”, criticaban.

Cada situación familiar es diferente, pero algunos refugiados coinciden en que los pisos que les ofreció la administración estaban lejos de la capital catalana y los tuvieron que rechazar porque tenían hijos que van a la escuela en Barcelona o consideraban que allí no encontrarían trabajo. Es el caso de Tatiana, por ejemplo, una refugiada ucraniana que tiene que abandonar Casa Bloc en dos semanas y que declinó ir a Igualada (Anoia) porque vive sola con cuatro hijos a los que tiene que llevar y recoger de la escuela cada día en Barcelona, donde también asiste a los cursos de español para aprender el idioma.

Manoj Kumar y su mujer Rejitha vienen de la India y viven en el piso de Sant Andreu desde hace un año con sus tres hijas –una de ellas nacida en Barcelona– y la abuela, pero tienen que irse en dos meses y aseguran que llevan desde junio pasado buscando vivienda sin lograr que nadie les arriende un piso.

Pese a la reticencia de las familias, la Generalitat ha reconocido que “muy probablemente una parte de la solución será salir de Barcelona, donde el acceso a la vivienda sea más económico”. Fuentes de Asuntos Sociales han recordado que estas personas “están al amparo del programa estatal, que tiene muy mal resuelto el acceso a la vivienda”, y han exigido al Gobierno “que no se desresponsabilice” de los refugiados.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)