EE UU legalizará a millones de inmigrantes a través de un programa especial de trabajo temporal

El Senado aprueba la reforma de la ley de inmigración rebajando los aspectos más polémicos tras las protestas

El País, 28-03-2006

EFE
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Washington

ELPAIS.es
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Internacional – 28 – 03 – 2006

- 01:52


En la imagen, la manifestación de este lunes frente al Capitolio. (EFE)
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El Comité Judicial del Senado de EE UU ha aprobado esta madrugada, hora peninsular española, un programa de trabajadores temporales que daría a millones de inmigrantes una vía de acceso a la ciudadanía de este país, dentro de una propuesta de reforma migratoria.

Tras días de manifestaciones callejeras por todo el país, desde California hasta el Capitolio, el Comité también ha optado por la eliminación del endurecimiento de penas para los residentes indocumentados en Estados Unidos. “Los americanos querían justicia, y esta noche han tenido justicia”, ha afirmado el senador Edward M. Kennedy, legislador demócrata por Massachussets que ha jugado un papel crucial en la legislación.

Once senadores se han pronunciado a favor y seis en contra del plan propuesto por el senador demócrata Edward Kennedy y el republicano John McCain. El Comité Judicial tiene hasta la medianoche (las siete de la madrugada, hora peninsular española) para continuar puliendo el texto final del proyecto de ley de reforma, para así llevarlo a votación a partir de mañana en el pleno del Senado.

En general, la ley está diseñada para fortalecer el control fronterizo, creando nuevas oportunidades para los denominados “trabajadores invitados”,y determinar así el futuro legal de los más de 11 millones de inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos.

Protestas ante el Capitolio

Un día después de las multitudinarias manifestaciones contra la reforma de la ley de inmigración en Estados Unidos, los detractores han llevado sus protestas ante las puertas del Capitolio, en Washington. Decenas de personas pertenecientes a grupos de cristianos, musulmanes y judíos – acompañados de más de un millar de inmigrantes que llevaban banderas de varios países, sobre todo de México, el más afectado, han marchado hacia el edificio con las manos esposadas.

La reforma, en el Senado

Además de esta protesta en Washington este lunes ha habido marchas en Detroit, Michigan, y en Huntington Park, California, en coincidencia con el comienzo de la discusión de la reforma legal en el Comité Judicial del Senado.

Aparentemente, el clamor de los cientos de miles de personas que participaron en las manifestaciones que tuvieron lugar el domingo en Los Angeles, Chicago, Nueva York, Dallas, Phoenix, Milwauke, Columbus y otras ciudades de EE UU, ha tenido ya repercusión en el Senado. Una enmienda, propuesta por el demócrata Dick Durbin, para eximir a los grupos religiosos, de asistencia social y médica, y de beneficencia de la penalización prevista en la reforma para quienes ayuden a los inmigrantes sin permiso ha sido aprobada por el Comité.

La multitud reunida en torno a los religiosos en la explanada frente al Capitolio ha aplaudido al conocer la noticia. Las plegarias elevadas por los pastores cristianos, los rabinos y los imanes han sido seguidas por la multitud con la letanía “todos somos hijos de Dios”. Los religiosos se han colocado esposas como símbolo de su determinación de violar la ley para seguir ayudando a los inmigrantes.

El delito de la inmigración

La reforma migratoria, aprobada en diciembre pasado en la Cámara de Representantes, propone, entre otras cosas, convertir en un delito la inmigración ilegal y privar de la ciudadanía estadounidense a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos.

En Estados Unidos, donde más de 35 millones de habitantes han nacido en el exterior, hay entre 10 y 12 millones de inmigrantes indocumentados. La posibilidad de que sean declarados delincuentes millones de personas que viven y trabajan pacíficamente en el país, y de que también sean acusados de violar la ley quienes les dan ayuda, ha levantado una ola de protestas, encabezada por organizaciones religiosas, sin precedentes en dos décadas.

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