Órdago táctico de la líder ultra alemana

Petry renuncia a ser candidata del AfD para afrontar las presiones internas

La Voz de Galicia, PATRICIA BAELO BERLÍN / CORRESPONSAL, 20-04-2017

Era una crónica anunciada. Tras meses de disputas internas, Frauke Petry, líder de Alternativa para Alemania (AfD), informó ayer que renuncia a presentarse como principal candidata de la formación ultraderechista y xenófoba a las elecciones del 24 de septiembre. A solo tres días del congreso que celebrará el partido, que aspira a coronarse como la tercera o la cuarta fuerza política de un país que aún no ha cerrado del todo las heridas del nazismo, Petry recalcó que no será cabeza de lista ni en solitario ni a través de ningún equipo.Con ello, la doctora en Química de 41 años, que encarna el ala más moderada de la formación, cede a la presión del sector más derechista y radical, que lleva meses torpedeando su candidatura. Al partido le falta una «estrategia cohesionada», insistió Petry antes de señalar que prepara un plan alternativo para AfD. No en vano, su retirada ha sido interpretada como una maniobra para ganar más poder. Y es que, de cerrar el congreso sin cabeza de lista, ella seguirá siendo la líder indiscutible en calidad de copresidenta de la formación. Un órdago político en toda regla.«La imagen externa de AfD está caracterizada una y otra vez por las provocaciones máximas de algunos pocos representantes, sin consulta previa y por ello de forma completamente inesperada para la cúpula del partido», subrayó Petry en un mensaje de vídeo que fue recibido como un dardo envenenado por sus correligionarios.El rostro más mediático de AfD se refería así a las declaraciones que hizo el vicepresidente de la formación, Alexander Gauland, quien en mayo del 2016 dijo que nadie desea tener como vecino al futbolista de padre ganés Jerome Boateng. Petry tampoco olvida la salida de tono del jefe del partido en Turingia, Björn Höcke, que criticó el monumento a las víctimas judías del genocidio en Berlín y cuestionó que los planes de estudio incluyan una revisión del nacionalsocialismo, el capítulo más oscuro de la historia alemana.Un episodio que le valió a Höcke un expediente de expulsión, que nunca progresó, y a la formación una caída en los sondeos. AfD, que nació en el 2013 con un programa económico y euroescéptico, capitalizó el voto de rechazo a la acogida de refugiados en el 2015, el año en que Alemania recibió a 890.000 personas. Las agresiones sexuales cometidas presuntamente por inmigrantes la Nochevieja del 2016 en Colonia, unidas a varios atentados perpetrados en verano por demandantes de asilo en el sur del país, dieron alas a la formación, que ya ha conquistado once parlamentos regionales.A principios de año, las encuestas otorgaban a AfD entre el 11 y el 13 % de intención de voto en las generales. No obstante, su popularidad ha ido cayendo a medida que se ha reducido la cifra de refugiados y aumentado las rencillas internas. Hoy los sondeos le auguran un 7 %, superando el 5 % necesario para entrar en el Bundestag y que no logró en la cita del 2013.

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