Durango – Ocho años después de levantarse en el barrio durangarra de Aramotz, el poblado de chabolas ocupado por personas inmigrantes ha desaparecido. Ayer, las excavadoras entraron al recinto y derribaron las construcciones. Al parecer, la falta de un dictamen judicial fue el motivo que retrasó su demolición el pasado mes de febrero. Ante las “reiteradas quejas de los vecinos” y la “ilegalidad manifiesta” que supone su existencia, el Ayuntamiento de Durango acudió a los tribunales para iniciar un proceso de desalojo y derribo del poblado que se fraguó en la mañana de ayer.

Agentes de la Policía Municipal de Durango acudieron sobre las 7.30 horas al lugar para desalojar a la docena de personas que residía en la zona y dar inicio al derribo. Dos excavadoras se encargaron en poco tiempo de tirar las chabolas. Los ocupantes, que no mostraron resistencia alguna, presenciaron cómo las máquinas derribaban el asentamiento. “Llevamos años soportando estas chabolas aquí y ya era hora de que las tirasen”, apuntó satisfecho Txema Belar, vecino del barrio de Aramotz.

Minutos después de que las excavadoras derribaran prácticamente todas las chabolas, la docena de inmigrantes que vivían en la zona se mostró muy preocupada e indignada al verse sin un techo donde resguardarse. “Nos han derribado nuestras chabolas y no nos han dado ninguna solución”, lamentó Marian, joven de 28 años, quien añadió sentada en el parque próximo al antiguo matadero de la villa que “de momento vamos a montar la tienda de campaña aquí, en el parque, hasta que nos den alguna otra alternativa”.

En lo que a posibles opciones se refiere, los inmigrantes tampoco descartaron la posibilidad de “ocupar alguna fábrica abandonada de la zona”. Y es que “no podemos estar viviendo en la calle”, denunciaron. “Una señora tiene problemas de corazón y otra suele necesitar oxígeno. Está claro que no pueden vivir en estas condiciones y confiamos en que el Ayuntamiento nos deje algún sitio para poder estar o nos proponga alguna solución”, apuntó con preocupación Marian.

Desde el Ayuntamiento de Durango aseguraron que han pretendido “en todo momento respetar la dignidad de las personas que ocupan el campamento”. Durante conversaciones que se han prolongado durante un año, la administración local intentó buscar una alternativa para los ocupantes de las chabolas ofreciéndoles acceso a las ayudas que las instituciones otorgan a las personas sin recursos. En este proceso se ha mantenido una coordinación constante con otras instituciones implicadas en este tema, como son Gobierno vasco, Diputación y Mancomunidad. Asimismo, se ha informado a los vecinos del barrio y al Ararteko de todos los pasos dados.

Nuevo paseo Las obras en ejecución no se limitarán al derribo de las construcciones y a la retirada, transporte y gestión de los residuos generados, sino que se realizará una actuación más amplia. Y es que el Ayuntamiento de Durango aseguró ayer que “se va a aprovechar para desbrozar y limpiar la parcela, así como para acondicionar mínimamente el terreno creando un itinerario peatonal blando a base de material granular que permita un paseo agradable. Se habilitarán sus accesos y se plantará un conjunto de ejemplares arbóreos de la misma especie existente en los alrededores”, adelantaron fuentes municipales.

Con un presupuesto cercano a los 50.000 euros, desde el Ayuntamiento durangarra prevén que el nuevo itinerario peatonal del barrio de Aramotz esté finalizado en un plazo aproximado de tres meses.