modelo de integración y euskaldunización

Mujika Eskola, cien años de integración en Las Siete Calles

Mujika Eskola, la primera escuela que se edificó en las Siete Calles, está de celebración. Ayer festejó con una kalejira sus cien años de vida. Con 200 alumnos de 17 nacionalidades es un modelo de integración y euskaldunización.

Deia, Un reportaje de José Basurto, 25-03-2017

EN la placa que hay junto a la entrada principal del edificio, en la calle Santa María del Casco Viejo, se lee: “Escuelas Múgica. Ricardo Bastida. Ecléctico. 1917. Llamadas así en honor al maestro Lorenzo Múgica. En su terraza se daban clases al aire libre”. Esta leyenda resume en pocas palabras la historia de la primera escuela municipal de la Siete Calles, que este año cumple su centenario más viva que nunca. Y para celebrarlo, ayer organizaron una kalejira por las calles cercanas al centro escolar en la que participaron alumnos, padres y profesores de la escuela, así como una charla en la que se habló de la interesante historia de Mujika Eskola.

Actualmente sus aulas acogen a doscientos niños y niñas de diecisiete países. Eso ha hecho que Mujika Eskola se haya convertido en los últimos años en un ejemplo de integración, interculturalidad y euskaldunización. De hecho, el curso que viene ya solo se impartirá el modelo D. El euskera, por tanto, juega hoy en día un papel preponderante en su proyecto educativo. Pero, curiosamente, hace cien años también tuvo un gran protagonismo ya que dos euskaltzales, Luis Eleizalde y Arturo Campión, hicieron posible que el euskera se impartiese en sus inicios en las Escuelas de Múgica, entonces denominadas Grupo Escolar de La Ribera.

La historia de este centro escolar se cimenta en varios nombres propios. Aunque nada tuvo que ver con su creación, en primer lugar habría que citar a don Diego María de Gardoqui y Arriquivar, primer embajador de España en los Estados Unidos de Norteamérica en 1784. El ilustre diplomático bilbaino nació en una casa que estaba ubicada en el mismo lugar donde posteriormente se construyó la escuela. Así consta en la inscripción que el Ayuntamiento de Bilbao le dedicó en 1964 y que se puede leer en la fachada del edificio orientada hacia la ribera.

El siguiente nombre propio sería el de Ricardo Bastida. Él fue quien diseñó el edificio. Una pequeña reseña histórica del Ayuntamiento de Bilbao dice que “como lenguaje estilístico, el arquitecto escogió una versión modernista, muy próxima a los dictados de la Sezessión vienesa, consiguiendo una imagen de conjunto equilibrada y elegante que pondera, de manera singular, esta obra de uno de los autores modernistas más llamativos del panorama de la arquitectura bilbaina”. Ricardo Bastida fue durante más de veinte años, de 1905 a 1927, arquitecto municipal y jefe de las Construcción Civiles del Consistorio. Entre las obras más representativas de su carrera destaca La Alhóndiga.

Lorenzo de Múgica Otro nombre propio que marca la historia de esta escuela es el de Lorenzo de Múgica y Perea. La Corporación Municipal de la época decidió dedicarle este grupo escolar al “decano de los maestros de Bilbao”. Múgica, nacido en Orozko en 1822, obtuvo la plaza de maestro municipal con el número uno de la oposición, y prestó servicio en la enseñanza durante más de cincuenta años. Cuentan que “el señor Múgica representó a Bilbao en el congreso estatal de Pedagogía que se celebró en Madrid en 1882”. Su nombre siempre se ha mantenido unido a este centro escolar a pesar de que a largo de cien años se han utilizado diferentes denominaciones: grupo escolar, colegio nacional, colegio público… hasta llegar a la actual: Mujika Eskola.

Se sabe muy poco de su historia como centro de enseñanza. “No tenemos muchos datos”, dice Pilar López, una de las profesoras más veteranas de la escuela, “porque apenas hay documentos y actas de la primera época”. Se sabe únicamente que “Eleizalde y Campión promocionaron esta escuela, junto a la de Félix Serrano, para impartir clases de euskera”. Pero tienen poca información al respecto. Ahí queda el dato. También saben que en la Guerra Civil hubo un parón, desde octubre de 1936 hasta enero de 1938, y que tras la victoria de las tropas franquistas “desde la Inspección educativa se solicitaron los libros cuyo uso estaba prohibido por la superioridad y en su lugar, llegaron al colegio libros patrióticos como Cantos de guerra y de Imperio, y Tradicionalismo español”, relata Pilar López. En aquella época, el grupo escolar estaba dividida en dos edificios, el que ocupan actualmente, que sólo era para niñas, y el que hoy en día es el EPA de Iturribide, que era para niños. Tuvieron que pasar muchos años hasta que se unificaran. En 1966 pasó a llamarse Agrupación Escolar Mixta Múgica.

Pilar López se incorporó a la escuela en 1994, un año clave, ya que el sistema educativo iba a acabar con la EGB. “Cuando yo llegué”, cuenta Pilar, “se rumoreaba que el centro se iba a quedar con solo 50 alumnos y que no era viable”. Sin embargo, renació gracias a la fusión con la escuela de Solokoetxe y a la absorción de alumnos de Atxuri. De todas formas, el punto de inflexión del centro se produjo con la llegada masiva de alumnos extranjeros a partir de 2002. “Llegamos a tener de 30 nacionalidades”, recuerda Pilar. Así, hasta que la crisis frenó en seco el flujo migratorio, lo que se tradujo en la disminución de las matriculaciones. Paralelamente, el proceso de euskaldunización se puso en marcha hace nueve años con la llegada de excedentes del modelo D de García Rivero. Desde entonces no se ha parado. Tanto es así que el año que viene todos los cursos se impartirán en euskera. El problema de hoy en día es el espacio. Aunque se hizo una remodelación total hace cinco años, las aulas se han quedado pequeñas, por eso han pedido a Educación que les baje el ratio. También les gustaría ampliar el comedor, tema del que ha tomado nota el Ayuntamiento, y un espacio para que “las familias puedan socializar” mientras esperan a sus hijos. Son pequeñas reivindicaciones de un centro que, como dice Pilar, “es una maravilla” y recuerda que “ha sido pionero en la implantación de la mediación entre iguales y en un proyecto europeo sobre la integración del alumnado a través del arte”.

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